A pesar de ello, Carrizo destacó nuevamente que en La Rioja se mantienen precios inferiores a otras provincias, aunque aquí no se recibe harina subsidiada.
Si bien el precio sugerido para la venta es de entre $200 y $240, el presidente de la Cámara explicó que a los distribuidores el kilo se les venderá a $180. Esto se debe a que prácticamente el 80% de lo que producen las industrias panaderas va a la calle, a los distribuidores.
“Hasta ayer francés, grasa y miñón, el piso estaba en $140 imagínese que el kilo de harina está a $100 y prácticamente no hay ganancia; por lo menos es necesario llevarlo a $180 al repartidor”, consideró.
Además, aunque existen precios de referencia, Carrizo indicó que “si la gente camina, va a conseguir mejores precios, porque existe la libre competencia”.
A los aumentos anunciados en el combustible, hay que sumarle un nuevo incremento en el precio del pan, como consecuencia del aumento del valor del trigo. Los sueldos siguen siendo insuficientes y continúa el cuento de nunca acabar en la inflación argentina.