El empate 1-1 en el Monumental dejó a River y a Independiente sin la posibilidad de saltar a lo más alto. Bustos rompió el cero y luego igualó Braian Romero.
Pudo haber sido para River sobre el final. También estuvo cerca Independiente. Pero lo cierto es que el duelo por ver quién se quedaba con la punta del campeonato no tuvo dueño. Ambos se jugaron todo y dejaron pasar una inmejorable chance para pegar el salto al primer lugar tras empatar 1-1 en el Estadio Monumental por la décima fecha de la Liga Profesional de Fútbol.
Sufrió el equipo de Marcelo Gallardo. Y tal fue el mejor arranque del conjunto de Avellaneda, que a los 28 minutos de la etapa inicial anotó el primer gol: Alan Velasco amontonó marcas por el carril izquierdo, encaró hacia adentro y elevó una asistencia para Fabricio Bustos que, tras el control, definió solo ante la salida de Enrique Bologna.
Sin embargo, tras una pésima presentación el la primera parte del partido, el Millonario salió decidido a empatar en el segundo tiempo y lo consiguió a los 21 minutos, cuando Jorge Carrascal hizo una buena jugada en la puerta del área, enganchó hacia su izquierda y sacó un tiro rasante que encontró el botín de Braian Romero para que se le meta a Sebastián Sosa.
Con este resultado, Tallleres y Lanús siguen siendo los líderes del torneo con 20 puntos, mientras que Independiente, con 19, y River, con 18, son los perseguidores más cercanos.
Durante la primera etapa, Independiente jugó un encuentro repleto de virtudes: fue compacto para el retroceso, certero para la defensa, intenso en la presión y efectivo en el ataque. Controló los movimientos de River, lo atosigó en la salida y no lo dejó acomodarse para poner en marcha su elaboración. Ya desde el inicio se vio un equipo empecinado en poblar la zona de gestación y tapar a los receptores millonarios, desentendidos de tiempo y espacio.
La vuelta del “Perro” Romero en el Rojo y los buenos enlaces de Blanco y Soñora, sumado a las imprecisiones del local en el fondo, le permitieron a la visita imponer las condiciones. Y en apenas cuatro minutos, el equipo del Muñeco padeció la primera jugada de vértigo. Enrique Bologna, como fiel postal de lo que representó el juego del local, dejó corto un despeje. Sin embargo, Silvio Romero no supo cómo resolver en la puerta del área y la ocasión se diluyó.
El Diablo fue amo y señor en campo rival. Arrinconó a La Banda en su propio terreno, avanzó metros bajo la tenencia y dio el primer golpe a los 28 minutos del primer tiempo. Alan Velasco le brindó tributo a la “Diez” del Rey de Copas. Amontonó marcas por el carril izquierdo del ataque, se la llevó de derecha hacia adentro y levantó un centro hacia el segundo palo para Fabricio Bustos, que ya había arremetido a pura máquina. El lateral la controló, se perfiló y sacó un latigazo que estableció el 1-0.
El instinto de supervivencia llevó al Millonario a ir a buscar el empate. Pero la línea de tres en el fondo para liberar a los laterales y la categoría de Jorge Carrascal para desequilibrar no le fue efectiva. Pocas aproximaciones generó el dueño de casa en el primer tiempo y se fue al descanso con las manos vacías.
Ya en el inicio del complemento, con el ingreso de Benjamín Rolheiser, La Banda asumió una actitud distinta. Salió decidido a emparejar los números y obigó a los de Avellaneda a ocuparse por defender. Estuvo cerca con un disparo de De La Cruz desde media distancia y otro de tiro libre, pero el uruguayo no tuvo estuvo fino en puntería.
La igualdad llegaría a los 66 minutos, cuando Carrascal encendió mecha y, de una vez por todas, sacó del cajón su mejor versión. Bailoteó sobre la pelota, la trasladó cortita hacia su derecha, simuló un tiro al arco y enganchó para la zurda. Un posterior flojo remate con la menos hábil encontró la pierna de Braian Romero en el área chica y se desvió para concretar el 1-1.
Sobre el final, lo tuvo Enzo Pérez con un tiro a colocar tras una magnífica combinación de pases y se fue rozando el ángulo. La siguiente fue para el Rojo, pero Romero no conectó bien y Bologna le negó el grito. Partidazo jugaron Independiente y River. Digno de un clásico determinante. Pero no agarraron la sortija y siguen dando vueltas en los puestos de vanguardia sin poder pegar el salto.