El acuerdo nuclear, conocido como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA), fue suscrito por Estados Unidos, China, Francia, Alemania, Reino Unido, Rusia e Irán, bajo la coordinación de la Unión Europea. Sin embargo, desde la retirada de Estados Unidos del acuerdo en 2018, el JCPOA ha enfrentado desafíos significativos.
Irán ha aumentado su producción de uranio enriquecido a niveles cercanos a los requeridos para la construcción de armas nucleares desde la retirada de Estados Unidos del acuerdo. Esta medida ha generado preocupación a nivel internacional y ha aumentado las tensiones en la región.
El gobierno de Irán ha justificado su veto a los inspectores del OIEA acusando a ciertos países, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Alemania, de politizar la situación. Aseguran que estos países han abusado de la Junta de Gobernadores del OIEA con fines políticos.

El director general del OIEA, Rafael Grossi, condenó enérgicamente la decisión de Irán y advirtió que esta tendrá un impacto grave en la capacidad de la agencia para llevar a cabo inspecciones efectivas en Irán. Además, señaló que aproximadamente un tercio de los inspectores más experimentados del OIEA han sido afectados por esta medida.
La UE ha manifestado su profunda preocupación por la situación y ha llamado a Irán a cooperar de manera efectiva con el OIEA para restaurar la confianza y garantizar que el programa nuclear iraní esté destinado exclusivamente a fines pacíficos. La comunidad internacional sigue de cerca esta situación, ya que el acuerdo nuclear es de gran importancia para la estabilidad y la seguridad en la región.