Antes de su regreso a Corea del Norte a bordo de su tren blindado, Kim recibió varios regalos por parte del gobernador regional de Primorie, Oleg Kojemiako. Entre estos regalos se encuentran cinco drones explosivos, un drone de reconocimiento y un chaleco antibalas, así como “ropa especial no detectable por las cámaras térmicas”.
Este viaje ha generado preocupaciones a nivel internacional sobre posibles acuerdos de transferencia de armas entre Corea del Norte y Rusia, especialmente en el contexto de las actuales tensiones globales. Funcionarios estadounidenses y surcoreanos han expresado inquietudes acerca de que Corea del Norte pueda proporcionar municiones para la guerra de Rusia en Ucrania a cambio de tecnología de armas rusas que respaldarían sus ambiciones nucleares.
Durante su visita, Kim recorrió sitios militares y tecnológicos clave en Rusia, incluyendo una planta de aviones que produce aviones de combate de alto rendimiento y un aeropuerto donde tuvo la oportunidad de ver aviones militares rusos, algunos de los cuales se han utilizado en la guerra en Ucrania. Además, Kim y el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, discutieron temas de seguridad regional y coordinación estratégica entre las fuerzas armadas de ambos países.

El viaje de Kim a Rusia resalta la alineación de intereses entre ambas naciones en medio de las crecientes tensiones con Occidente. Se espera que las discusiones y acuerdos resultantes de este viaje tengan un impacto significativo en la dinámica geopolítica en la región.