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“Yo También”, la escuela que impulsa la formación audiovisual para personas con discapacidad

Con una década de trayectoria preparando fotógrafos con discapacidad, la ONG exhibe una obra colectiva que refleja autonomía, identidad y oportunidades laborales.

Entre las muchas historias que atraviesan Yo También —la escuela audiovisual y productora inclusiva dedicada a personas con discapacidad— la de Martín resume el espíritu del proyecto. Tiene 42 años, una discapacidad cognitiva y fue uno de los primeros alumnos de la ONG.

“Su papá era fotógrafo; se conocieron con su mamá en un fotoclub. Él siempre quiso sostener ese legado. Cuando empezó a estudiar con nosotros encontró una forma de conectarse con esa historia familiar”, recuerda Melina Martínez, directora y cofundadora de la organización.

Hoy Martín es fotógrafo en una productora inclusiva referente en el país y en América Latina. Además de cubrir eventos, acompaña a sus compañeros en el aprendizaje. Maneja la cámara “como un profesional”, aclara Martínez, “siempre con los apoyos que cada persona necesite”.

El trabajo transformó la vida de Martín y de muchos otros estudiantes: ganaron autonomía, autoestima, habilidades sociales y descubrieron vocaciones. “Muchos abren su primer Mercado Pago cuando empiezan a cobrar. Otros se convierten en los fotógrafos de los cumpleaños o de las vacaciones de sus familias. Cambia su postura, su forma de mirar el mundo, de decidir”, resume la directora.

Una escuela y una productora que abrió camino

Martínez es diseñadora de imagen y sonido y productora audiovisual. Siempre tuvo el deseo de “construir un mundo un poco mejor”. Trabajó como voluntaria en la Villa 31, en la Villa de Barracas y en distintas ONG, pero el vínculo con la discapacidad la atravesaba de un modo personal. La chispa se encendió cuando dio su primera clase de fotografía a un grupo de personas con discapacidad.

Al igual que Martín, más de 300 estudiantes encontraron su vocación en "Yo también". (Foto: cortesía.)
Al igual que Martín, más de 300 estudiantes encontraron su vocación en “Yo también”. (Foto: cortesía.)

En 2014 empezó a darle forma al proyecto y, junto a otras compañeras, creó Yo También. Once años después, más de 300 estudiantes pasaron por esta escuela inclusiva. Muchos comenzaron en talleres básicos y avanzaron hasta lograr un nivel profesional, acompañados por un equipo de 20 voluntarios que refuerzan técnicas y sostienen el proceso de aprendizaje.

Con el tiempo, la iniciativa se transformó en una productora inclusiva: una oportunidad concreta para que estudiantes con discapacidad realicen trabajos pagos. “El formato es freelance: cuando llega un cliente armamos un equipo, y quienes tienen mejores habilidades empiezan a trabajar”, explica Martínez.

La productora ya realizó coberturas de eventos empresariales, fiestas, charlas, campañas de concientización y contenido para redes sociales.

Para Martínez, el impacto laboral es enorme: “Las opciones que ofrece el sistema suelen ser cursos de oficios que no siempre coinciden con sus deseos. En cambio, la fotografía es vocacional: si no te gusta, no sacás fotos. Quienes vienen es porque sienten fascinación”. Además, destaca que la cámara funciona para muchos como una forma de expresión más fluida que el lenguaje oral.

Una obra colectiva sobre trabajo e identidad

Los estudiantes de Yo También inaugurarán Entre Retratos, una muestra inédita, el 4 de diciembre a las 17.30 en la galería Arte por Arte (Lavalleja 1062). Podrá visitarse hasta el 20 de diciembre, de martes a sábado, de 15 a 19.

Los estudiantes realizan coberturas en distintos eventos. (Foto: cortesía.)
Los estudiantes realizan coberturas en distintos eventos. (Foto: cortesía.)

“Es nuestra primera exposición grande. No es una muestra de fin de año, sino una propuesta artística pensada desde cero, en la que cada estudiante participó en la construcción de una obra colectiva”, destaca Martínez.

La exposición reúne 30 retratos de 30 personas con distintos tipos de discapacidad, acompañados por entrevistas que reflexionan sobre el valor del trabajo en sus vidas: qué significó conseguirlo, cuánto les costó y qué lugar ocupa hoy en su autonomía. Todas las fotografías y las entrevistas fueron hechas por los propios estudiantes.

“Sentimos que el contexto sobre discapacidad en Argentina pedía algo distinto. Queríamos una mirada artística que pusiera en primera voz sus necesidades, sus historias y sus experiencias alrededor del trabajo”, explica la directora. Y agrega: “Es una muestra positiva: todas las personas retratadas tienen trabajo. También queremos inspirar a nuestros estudiantes, que están en pleno proceso de transición a la adultez y buscan sus primeros empleos”.

El sueño que crece: una gran productora inclusiva

Martínez siente que el recorrido recién empieza. La ONG pasó de talleres básicos a un proyecto internacional que en 2016 llevó capacitaciones a cinco países de Latinoamérica. Después abrieron sede propia, estudio fotográfico y una productora que hoy trabaja con empresas y organizaciones.

“Así como no imaginamos una exposición tan grande, también soñamos con convertirnos en una gran productora inclusiva. Abrir más caminos laborales es nuestro deseo más grande”, concluye.

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