La Oficina de Representación del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Coahuila inició una investigación tras conocerse el caso de un bebé que fue declarado muerto y trasladado a la morgue aunque estaba vivo.
Ocurrió en la clínica 16 del IMSS en Torreón, a donde ingresó su madre el 16 de agosto con un embarazo de 6 meses y ante el riesgo de un aborto espontáneo.
Una semana después dio a luz en forma prematura y los médicos le aseguraron a los padres que el niño había nacido sin vida, por lo que decidieron enviarlo a la morgue de la clínica, donde el chiquito durante unas 4 horas.
Sin embargo, la madre contó a los medios locales que desde el principio sospechó: “Me lo enseñó y le dije: ‘Oiga, doctor, yo vi a mi bebé que se estaba moviendo’”.
De acueredo con la mujer, el médico le respondió: “No, es que así reaccionan los bebés cuando nacen muertos”.
Horas después en la morgue se percataron de que el bebé respiraba, avisaron inmediatamente a los médicos y le practicaron maniobras de primeros auxilios para evitar que sus signos vitales decayeran.
El bebé recién nacido fue colocado dentro de una incubadora neonatal, en la que permaneció mientras luchaba por sobrevivir hasta la noche del domingo 22 de agosto, cuando murió tras dos infartos.
“Lamentamos el sufrimiento que pasó la familia del menor. Primero, al suponer la muerte del mismo para luego darse cuenta que tenía signos vitales y se trataba de una negligencia médica. Acompañar a la familia es una de las primeras acciones y hemos abierto una investigación de oficio que es preliminar”, dijo Hugo Morales Valdéz, el presidente de la Comisión Estatal para los Derechos Humanos en Coahuila.
El abogado de la familia informó el inicio de una demanda contra el Instituto Mexicano del Seguro Social.