Un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Arizona descubrió que una pandemia de coronavirus estalló en la región de Asia oriental hace más de 20.000 años, con rastros del brote evidentes en la composición genética de las personas de esa área.
En un artículo publicado en la revista Current Biology, los investigadores analizaron los genomas de más de 2500 humanos modernos de 26 poblaciones de todo el mundo, para comprender mejor cómo los humanos se han adaptado a los brotes históricos de coronavirus. El equipo, codirigido por investigadores de la Universidad de Arizona y la Universidad de Adelaide, utilizó métodos computacionales para descubrir rastros genéticos de adaptación a los coronavirus, la familia de virus responsable de tres brotes importantes en los últimos 20 años, incluido el actual COVID-19.
En los últimos 20 años, ha habido tres brotes de coronavirus graves epidémicos: SARS-CoV que provocó el síndrome respiratorio agudo severo, que se originó en China en 2002 y mató a más de 800 personas; MERS-CoV que conduce al síndrome respiratorio de Oriente Medio, que mató a más de 850 personas; y el SARS-CoV-2 que ha provocado el COVID-19, que ha provocado la muerte de 3,8 millones de personas.

Pero este estudio de la evolución del genoma humano ha revelado otra gran pandemia de coronavirus que estalló miles de años antes. “Es como encontrar huellas de dinosaurios fosilizados en lugar de encontrar huesos fosilizados directamente”, explicó el doctor David Enard, profesor del Departamento de Ecología y Biología Evolutiva de Arizona y uno de los autores principales del estudio. “No encontramos el virus antiguo directamente, sino que encontramos firmas de la selección natural que impuso a los genomas humanos en el momento de una pandemia antigua”.
Los científicos sintetizaron proteínas humanas y del SARS-CoV-2, sin utilizar células vivas, y demostraron que estas interactuaban directa y específicamente apuntando a la naturaleza conservada del mecanismo que utilizan los coronavirus para invadir las células. Los genomas humanos modernos contienen información evolutiva que se remonta a cientos de miles de años, incluidas adaptaciones fisiológicas e inmunológicas que han permitido a los humanos sobrevivir a nuevas amenazas, incluidos los virus.
Según los expertos, los antepasados de las personas del este de Asia experimentaron una pandemia de una enfermedad inducida por coronavirus similar a COVID-19 en Asia oriental, un área que ahora conforman China, Japón, Mongolia, Corea del Norte, Corea del Sur y Taiwán.
Para invadir las células, un virus debe unirse e interactuar con proteínas específicas producidas por la célula huésped conocidas como proteínas de interacción viral (VIP). Los investigadores encontraron signos de adaptación en 42 genes humanos diferentes que codifican VIP, lo que sugiere que los antepasados de los asiáticos orientales modernos fueron expuestos por primera vez a los coronavirus hace más de 20.000 años.