Lidia Muñoz (64), exiliada argentina, jubilada, vive en Barcelona desde 1978. 40 años después, en su casa de Barcelona, recibe por correo una citación del Ministerio de Justicia argentino para declarar en el juicio. Valeria no entiende que su madre se resista a viajar a Argentina. Es el momento de reivindicar a la figura de su padre. Desaparecido.
Durante la declaración en el juicio, Lidia descubrirá que Oscar y ella fueron entregados por uno de sus mejores amigos, Jorge Ramos. Lidia siente que debe vengarse, creyendo que así logrará sanar las heridas del pasado que aún la atormentan. Y enfrentarse a su otro yo, esa mujer que ha mantenido oculta desde el 78