El derecho a la vivienda y el sueño de la casa propia se transformó en una pesadilla para más de 30 familias que compraron terrenos en San Francisco, Lavalle, sin saber que estaban siendo víctimas de una estafa. Hoy, su permanencia en esos lotes está amenazada por la llegada de un nuevo propietario: el cantante Abel Pintos, quien los adquirió en junio de 2024 a través de su representante, Marcelo González. Sin embargo, las familias aseguran que ya vivían allí meses antes de esa compra y que sus transacciones fueron realizadas previamente, con papeles que lo comprueban.
El conflicto salió a la luz cuando, en noviembre del año pasado, González se presentó en la zona para comunicar que el terreno había sido adquirido por el artista. Fue en ese momento cuando las familias descubrieron la estafa. Los presuntos responsables, Roberto y Ricardo Morales (padre e hijo), vendieron los terrenos sin ser los legítimos dueños, amparados en un contrato de sesión de derechos posesorios.
“Nosotros compramos el terreno en febrero de 2024, armamos nuestra casita precaria y nos vinimos a vivir en abril. Pero en noviembre se presenta un hombre diciendo que es el nuevo dueño. Ellos compraron en junio, pero nosotros ya estábamos desde febrero”, contó Alberto “Tito” Angulo, uno de los afectados.

Angulo, quien vive con su esposa Yésica Ferreira y sus cuatro hijos, asegura que los vendedores no han desaparecido y que cuentan con documentos de posesión, aunque insuficientes para reclamar la propiedad. “Ellos tienen papeles, aunque les faltaban dos años para alcanzar los 20 necesarios para consolidar la posesión”, explicó.
Las familias insisten en que podrían convivir en el lugar sin interferir con los planes de Pintos, ya que los lotes que ocupan son pequeños, de 1500 m², frente a las 90 hectáreas de la finca adquirida por el artista. No obstante, su situación es cada vez más incierta.

El banco que le vendió las tierras a Abel Pintos fue el HSBC, luego de un proceso de remate. Según Angulo, los Morales tenían documentos de posesión porque el padre había trabajado en la finca antes de que esta fuera rematada. “Los dueños se fueron y dejaron de pagarle. Después la finca va a un remate que adquiere el banco que se quedó con las tierras y ahí fue cuando Abel Pintos las compró”, detalló.
La explicación de un abogado sobre la presunta estafa
De acuerdo a la explicación de un abogado especialista en Derecho Civil, quienes actuaron como vendedores de los terrenos lo habrían hecho de manera fraudulenta ya que no eran los verdaderos propietarios de los mismos. “Habrá que analizar la documentación que presentaron y la actuación del escribano, pero a priori podría tratarse de una estafa”, explicó.

En cuanto a la resolución del problema, señaló que no es oponible la compra que hicieron estas familias a la realizada por un tercero, en este caso el artista Abel Pintos, siempre que hayan actuado de buena fe. “Las familias deben dirigir el reclamo a los que oficiaron de vendedores”, aclaró.
En el mismo sentido, el secretario de Desarrollo de la Municipalidad de Lavalle, Juan Jaime, se pronunció en medios locales y sostuvo que se trata de un conflicto entre particulares. Asimismo, recordó que antes de comprar un terreno es importante consultar en Catastro del municipio para asegurarse de que el vendedor tiene la propiedad legal del terreno.