El candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Luiz Inácio Lula Da Silva, celebró la victoria en la primera vuelta de las elecciones de Brasil y afirmó que tiene “la certeza” de que podrá imponerse en el balotaje previsto para el 30 de octubre.
Pasadas las 22, tras conocerse el resultado final del conteo, Lula salió a hablar en su búnker montado en un hotel del centro de la ciudad, acompañado por su esposa “Janja”, su compañero de fórmula, Geraldo Alckmin, y sus principales candidatos.
El aspirante a llegar por tercera vez a la presidencia de Brasil desafió a Bolsonaro a un nuevo debate y resaltó que “todas las elecciones fueron a segundo turno” a lo largo de la historia. “La campaña comienza mañana”, afirmó.
“Que me disculpen los periodistas, los partidos aliados, pero vamos a tener que trabajar más, vamos a tener que convencer a la sociedad brasileña, y convencer a las otras fuerzas políticas” de cara al 30 de octubre, sostuvo Lula.
Tras la derrota de este domingo en San Pablo, la ciudad donde comenzó su carrera política, el ex presidente dijo que esperar dar vuelta el resultado adverso.
“San Pablo será una confrontación de propuestas para la sociedad y voy a hacer todo el esfuerzos y tengo la certeza que juntos vamos a ganar San Pablo y vamos a ganar Brasil”, resaltó.
Lula llamó a sus seguidores a concentrarse sobre la tradicional Avenida Paulista, para festejar y tomar fuerzas para el segundo tramos de campaña.
“Ustedes saben que nuestra país está peor, que la economía está peor, que tenemos que recuperar ese país”, subrayó el postulante del PJ, que expresó: “Para desgracia de algunos, tengo treinta días más de campaña”.
“Me gusta la campaña, adoro discutir con la sociedad brasileña y va a ser importante porque por primera vez se va a dar un debate cara a cara con el presidente de la república para saber si va a continuar contando mentiras o si le va a decir la verdad al pueblo brasileño”, enfatizó al pedir otro encuentro con Bolsonaro.
Al respecto, agregó: “Es una segunda chance porque aquel debate no valió mucho, aquel debate había gente extraña”.