La última película de Spiderman ya superó sus primeros 1000 millones de dólares de recaudación, cifra que demuestra que no necesita publicidad.Está claro que seguirá funcionando con la que tuvo y que los que la promocionan ahora son los que ya pasaron por el cine.Pero en el supuesto caso que haya alguien que todavía no se enteró de la existencia de “SM: no way home”, su protagonista , Tom Holland decidió asumir la defensa de los super héroes y de Marvel, el universo donde nacen , crecen y se desarrollan.
Objetivo de su proclama es el pequeño grupo de directores que encabeza Martin Scorsese, el hombre que se atrevió a decir que esas producciones que generan más dinero que un casino, le parecen antes parques de atracciones que películas . Y más aún , lo que verdaderamente constituye casi un insulto, que ha intentado muchas veces sentarse a ver alguna de ellas, pero nunca llegó al final.
Holland rompió lanzas por Spiderman y consideró que el filme hizo méritos como para aspirar al Oscar y mandó a los que discuten su calidad a que le pregunten a actores como Benedict Cumberbatch,Robert Downey Jr. o Scarlett Johansson, que participan de los dos mundos cinematográficos, si se sienten o no merecedores del máximo premio.
Scorsese, que cumplió 79 años y es responsable de un verdadero collar de perlas cinematográficas desde “Taxi driver” a “Los infiltrados”, es implacable cuando se refiere a los productos de Marvel como “franquicias”, confrontándolos con el resto de las realizaciones .
Y para colmo de males, usa cierta condescendencia. “Sé que , si fuese más joven, podría hacer estado emocionado por esas producciones y quizá hasta hubiera querido hacer una. Pero crecí en el momento en el que crecí y desarrollé un sentido de las películas -de lo que eran y de lo que podrían llegar a ser-que está tan lejos del universo Marvel como la tierra lo está de Alfa Centauro”.
Pero Holland no piensa aflojar. “Puedes preguntarle a Martin Scorsese. ¿te gustaría hacer una película de Marvel?. El no sabe cómo es porque nunca ha hecho una “ enfatiza y a continuación advierte que él protagonizó las dos clases de filmes “y la única diferencia, en realidad es que una es mucho más cara que la otra;pero la forma en que analizo el personaje, la forma en el que el director marca el arco de la historia es todo lo mismo ,sólo que se hace en una escala diferente”.
La discusión que, en última instancia, se presenta como la efectividad contra el arte o una suerte de taquilla mata creatividad es válida y puede enriquecer la historia del séptimo arte siempre que los contendientes no caigan en reduccionismos absurdos.
El éxito de la tercera película que tiene a Holland como protagonista excluyente es tan espectacular que , en principio, si hay algo que no se puede desestimar es el gusto de la gente que acude en masa a los cines .
Hay además esquemas de producción, inversiones y campañas publicitarias a considerar, que alimentan la postura de los defensores de Marvel o la de los que reivindican producciones más artísticas. Siempre existirán, no obstante, detalles que cierran la grieta.
Para no apartarnos un milímetro de esta última y taquillera producción de Marvel, en ella está en el rol de Doctor Strange el británico Benedict Cumberbatch, el mismo que, en la piel del complejo y temible Phil Burbank brilla en “El poder del perro” y al que todos los críticos candidatean para el Oscar al mejor actor protagónico.Y es un intérprete excepcional, a las órdenes de Jon Watts o a las de Jane Campion.