El portavoz del ministerio, Hassan Abdel Ghani, confirmó mediante un comunicado que se habían alcanzado todos los “objetivos estratégicos”, añadiendo que las fuerzas gubernamentales habían neutralizado a los elementos hostiles, los habían alejado de zonas vitales y habían salvaguardado infraestructuras clave.
Al declarar oficialmente el fin de la operación, Abdel Ghani declaró: “Las instituciones públicas están ahora en condiciones de reanudar su trabajo y prestar servicios esenciales, allanando el camino para que la vida vuelva a la normalidad y garantizando la estabilidad a largo plazo”.
Añadió que las agencias de seguridad pasarían a centrarse en mantener la estabilidad y prevenir futuras amenazas, según informó la agencia de noticias Xinhua.
“Se han establecido nuevos planes para seguir combatiendo los restos del antiguo régimen, desmantelar cualquier red criminal resurgente y prevenir futuras amenazas a la seguridad”, declaró el portavoz.
Según el ministerio, la operación militar se lanzó en respuesta a los ataques coordinados contra las fuerzas de seguridad, que comenzaron el jueves y se extendieron a varias zonas por toda la costa, con el resultado de más de 1.000 muertos, incluidos civiles.
El domingo, el presidente interino sirio, Ahmed al-Sharaa, anunció la formación de un comité nacional independiente para investigar la reciente violencia mortal en la región costera, prometiendo que hará rendir cuentas a los responsables y garantizando justicia para todos los afectados.