Pocos quizás conozcan el origen del Día de San Patricio que la mayoría del mundo celebra el 17 de marzo bebiendo y vistiendo de verde.
El festival de San Patricio comenzó en el siglo XVII. Entonces era una conmemoración religiosa y cultural del obispo que trajo el cristianismo a Irlanda.
En ese país sigue habiendo un componente cultural y religioso sobre esta festividad, aunque se haya convertido en una excusa para vestir de verde y beber mucho en el resto del mundo.
La leyenda de San Patricio
Debido a las especulaciones sobre los detalles históricos de la vida de San Patricio, a menudo los académicos tienen dificultades para separar los hechos de las leyendas.
En sus memorias espirituales, “Confessio”, San Patricio describe cómo llegó a Irlanda siendo un esclavo.
Consiguió escapar y se reunió con su familia en Gran Bretaña, probablemente en Escocia.
Pero mientras estaba allí soñaba frecuentemente con que la “Voz de los irlandeses” le pedía volver a Irlanda para bautizarles y ministrarles. Y así lo hizo.
Los irlandeses reverencian el relato de este sueño, aceptan la sencillez y el fervor de sus palabras y están agradecidos por su compromiso desinteresado con su bienestar espiritual.
Los esfuerzos de San Patricio para convertir a los irlandeses en católicos nunca fue fácil
Viéndolo como un desafío a su poder y autoridad, los sumos reyes de Irlanda y los sumos sacerdotes paganos, llamados druidas, resistían sus esfuerzos por convertir a la población.
Pero gracias a su empeño misionero pudo fusionar la cultura irlandesa con el cristianismo, ya fuese con la introducción de la Cruz Celta o el uso de hogueras para celebrar fiestas como la Pascua.
Pero muchas de estas historias pueden tratarse de simples mitos.
No obstante, siglos después de su muerte, los irlandeses continúan mostrando su gratitud por su santo patrón vistiendo un ramillete de tréboles el 17 de marzo.
Empiezan el día con una misa, seguida de una fiesta que dura todo el día, y oración y reflexión por la noche.
El día de San Patricio se hace global
Entre 1820 y 1860, casi dos millones de personas abandonaron Irlanda. Muchos debido a la Gran Hambruna (hambruna de la patata) entre 1840 y 1850.
Muchos otros emigraron en el siglo XX para reunirse con familiares y escapar de la pobreza y el paro en Irlanda.
Una vez asentados, encontraron nuevas formas de celebrar San Patricio y su identidad irlandesa en sus nuevos hogares.
El obligatorio “vestirse de verde” está muy lejos de la tradición original de honrar con tréboles la memoria de San Patricio.
Los famosos desfiles surgieron sobre todo en Nueva York y Boston. Se produjo la gran juerga y hasta la cerveza la tiñeron de verde.
Los hijos de los irlandeses americanos en Estados Unidos han asimilado la cultura irlandesa a la distancia.
San Patricio es el patrón de Irlanda
Sin embargo, puede que no aprecien por completo la estatura mística del santo como los que sí se han criado en la isla esmeralda.
Pregúntale a algún niño de cualquier edad en Irlanda sobre San Patricio y te regalarán historias de sus habilidades mágicas, desde su poder para expulsar a las serpientes de Irlanda hasta el uso de las tres hojas y un tallo del trébol para desmitificar la doctrina de la Trinidad de la Iglesia Católica.
Ven a San Patricio como un trabajador milagroso, y ya adultos, mantienen vivas sus leyendas a su forma.
Algunos siguen los pasos del santo por Irlanda, de un pozo a una colina, al altar y a la capilla, buscando su bendición y bondad dondequiera que los lleve su viaje.