La Secretaría de Minería había intimado a la empresa al cierre definitivo del pozo, pero este no se concretó por recursos legales interpuestos por la operadora.
Ahora, se ordenaron nuevas pericias en el sitio y se exigió a la petrolera contener los fluidos y analizar su impacto ambiental. El área fue cercada para evitar riesgos a la población y al ganado.