Llegás con tu bici, esperás unos minutos y te vas andando. Ese fue el secreto de la bicicletería de calle Balcarce y 3 de febrero, de la ciudad de Rosario, que por día llega a reparar alrededor de 30 rodados.
Sin dudas, el contexto de la pandemia incrementó el uso de bicicletas. Eso se reflejó en el local de Horacio, un venezolano que llegó hace cuatro años a Rosario y allí encontró la clave del éxito para su negocio.
Reparar todo tipo de desperfecto en el acto, los arreglos van desde una pinchadura hasta un cambio completo de frenos… Si llegaste con la bici en mano, te vas pedaleando.
El venezolano tiene todos compatriotas en su equipo de trabajo. Sostiene que así pueden trabajar a la venezolana. Y además, su premisa es no dejar “a pata” a ningún trabajador o estudiante que vaya con su rodado.
