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Raúl Castells irrumpió en un supermercado en Rosario para reclamar comida

Trasladó a sus militantes en seis colectivos desde Buenos Aires; se retiró con críticas al gobierno nacional y una promesa de reunirse con funcionarios santafesinos

Este martes al mediodía se vivieron momentos de tensión en un supermercado Coto de la zona oeste de Rosario, donde irrumpió el piquetero Raúl Castells junto con más de 150 militantes para exigir la entrega de comida. La protesta se desactivó tras el arribo de la policía y de funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe, pero provocó preocupación en el gobierno de Santa Fe por la metodología de “apriete” que se usó en el reclamo dentro de un supermercado.

En ningún momento se produjeron intentos de saqueos, aunque el ingreso de Castells junto con los militantes al supermercado provocó temor de que la noticia que advertía sobre un episodio tensión social frente a un supermercado tuviera un efecto contagio, en un contexto de extrema violencia en Rosario, derivada de los enfrentamientos narco.

La puesta en escena de Castells no fue espontánea, según la mirada de los funcionarios del gobierno de Santa Fe. Piensan que no sólo la protesta iba destinada a Coto sino también a otro supermercado, que se logró neutralizar con la llegada de los efectivos policiales.

Castells, líder piquetero del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), llegó a Rosario en seis colectivos con militantes de Buenos Aires, que estacionaron frente a dos supermercados en la zona de Fisheron, donde se encuentran las sedes de Coto y La Gallega. El reclamo era por alimentos, porque el gobierno nacional, según Castells, había dejado sin comida a los comedores comunitarios.

Cerca de las 12.30 del mediodía, un grupo de militantes se bajó de los colectivos y se instaló en la puerta del supermercado Coto. Eran cerca de 100 personas, lideradas por Castells. Los otros tres colectivos quedaron con los “pasajeros” dentro frente a otro supermercado, que se llama La Gallega, y está a unos 200 metros, del otro lado de la avenida Eva Perón.

Después de unos minutos, mientras los guardias de seguridad llamaban a la policía, el líder piquetero ingresó a Coto con un grupo reducido de militantes. El resto quedó en la puerta. Dentro del local, ubicado en la colectora de Circunvalación, Castells empezó a gritar: “Le pedimos a los empleados de seguridad de Coto que llamen a sus gerentes, porque el objetivo no es perturbar al supermercado sino reclamarle al gobierno nacional que alguien tiene que prestar atención ante la necesidad y la miseria que hay”.

Cuando desembarcó la policía de Santa Fe, los piqueteros decidieron desplazarse detrás de la reja que está en el ingreso del supermercado. La orden de la policía era que tenían que salir del logar. También llegaron funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Fe, que entablaron un diálogo con Castells, que recriminó la falta de alimentos en los comedores comunitarios que maneja la organización. Los funcionarios le exigieron que saliera de la puerta de Coto, y el líder piquetero accedió unos minutos después.

Los agentes del área de la cartera social acordaron que este miércoles mantendrán una reunión con Castells, que además de comida pidió que el gobierno les ceda viviendas en el norte de la provincia. Luego, los colectivos salieron de la puerta de los dos supermercados. El temor del gobierno era que este episodio de tensión frente a Coto provocara un efecto contagio en medio de una situación particular en Rosario, donde, como comprobaron varias causas judiciales, hay sectores vinculados al narcotráfico que manejan la asistencia social en algunos barrios, como se comprobó en Vía Honda, donde el histórico líder de Los Monos Máximo Cantero distribuía más de 200 raciones de comida por día

Después de que se calmara la situación, Castells explicó que la protesta en el supermercado no se trató de un intento de saqueo. “Jamás hemos mencionado el saqueo, pero el gobierno nacional lo que está haciendo es empujar al pueblo argentino al saqueo. Lo están empujando a que la gente termine saqueando y que sea una guerra civil por la comida. Nos oponemos a eso”, afirmó en diálogo con la radio Radiofónica de Rosario.

Castells pronosticó que “el día que la gente salte de los barrios no va a ser como la jornada de hoy, va a terminar habiendo saqueos en la Argentina por culpa del gobierno nacional, el ministerio de Desarrollo Social de la Nación y Alberto Fernández”.

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