Dos litros de “jugo de vapeo”
En el hospital, los médicos se toparon con una escena escalofriante: los pulmones de Jordán estaban llenos de un líquido oscuro, espeso y con sangre. En total, le extrajeron dos litros de esta sustancia tóxica. ¿Qué era? Residuos de vapeo: una mezcla letal de químicos industriales inhalados durante semanas.
La joven fue inducida a coma durante 11 días. Sobrevivió, pero con daño pulmonar permanente y una lesión cerebral irreversible.
No es un caso aislado
Jordan no es la única. Cada vez más jóvenes son hospitalizados por enfermedades respiratorias severas vinculadas al uso de cigarrillos electrónicos. Muchos de estos cuadros no tienen cura y avanzan de forma silenciosa hasta llegar a un punto crítico.
La gran mentira del “vapor”
El término “vape” fue diseñado para sonar inofensivo, como si se tratara simplemente de vapor de agua con sabor. Pero la verdad es otra: el vapeo genera un aerosol químico cargado con más de 100 sustancias tóxicas, muchas de ellas presentes en pesticidas y limpiadores industriales.
Estos compuestos ingresan directamente a los pulmones, donde se acumulan y deterioran el tejido de manera progresiva, provocando lesiones irreparables.
¿Moda o ruleta rusa?
Lo que empezó como una tendencia juvenil ya se ha convertido en una emergencia sanitaria. Las autoridades y médicos alertan: el vapeo mata, y no hay excusas. El daño no es inmediato, pero es real, progresivo y devastador.