Menos de una semana después de haber pasado una noche en el hospital y horas más tarde de reanudar sus actividades mediante videoconferencia, la reina Isabel II decidió este martes, “a su pesar”, no asistir a la conferencia climática COP26, que comienza el domingo en la ciudad escocesa de Glasgow.
Al mediodía, la soberana de 95 años apareció sonriente luciendo un vestido amarillo en su encuentro por videollamada con dos nuevos embajadores en el Reino Unido desde el castillo de Windsor, a unos 40 kilómetros de Londres. Pero unas horas después, el palacio de Buckingham anunció que debía reducir el ritmo de sus actividades.
“Tras recibir un aviso aconsejándole descansar, la reina efectúa tareas leves en el castillo de Windsor. Su Majestad decidió a su pesar que no viajará a Glasgow para asistir a la recepción de la COP26 el lunes 1 de noviembre”, indicó el palacio en un comunicado.
“Su Majestad está triste de no poder asistir a la recepción pero se dirigirá a los delegados reunidos mediante un mensaje grabado en video”, añadió.
Su presencia en el evento era muy esperada y últimamente la familia real se había desplazado en numerosas ocasiones por temas relacionados con el medioambiente.
Con información de AFP.
