El Gobierno de Países Bajos impuso desde este sábado un confinamiento estricto, sin toque de queda, hasta el 14 de enero, ante el rápido avance de la variante Ómicron del coronavirus.
No se podrá recibir a más de dos personas mayores de 13 años en los domicilios. El 24, 25, 31 de diciembre y 1º de enero, se podrá recibir hasta cuatro personas.
“Antes cerraban bares y restaurantes hasta las 17, pero ahora han decidido cerrar todo, solo dejan esenciales hasta las 20”, contó Jorgelina Ibarra, salteña residente en Países Bajos.
“Solo puedes recibir dos personas en casa, para Año Nuevo y Navidad hicieron la excepción para cuatro personas”, agregó.
Profesiones de contacto, como la peluquería, bajarán igualmente la persiana, y solo permanecerán abiertos hasta las 20 los servicios considerados esenciales, como supermercados y farmacias.
El cierre de la hostelería y las actividades culturales será completo. Otro tanto ocurrirá con las escuelas, universidades, gimnasios y el deporte de aficionados –el profesional seguirá sin público–.
“Esperamos que la variante Ómicron sea dominante entre Navidad y Año Nuevo y sabemos que no estamos tan bien protegidos contra ella como con la delta. También sabemos que la dosis de refuerzo refresca el sistema inmunitario, pero hay demasiada incertidumbre con lo que pueda pasar en los hospitales”, dijo Van Dissel, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del Instituto para la Salud y el Entorno (RIVM).
Países Bajos cuenta con más de 15 mil casos diarios, y a finales de noviembre llegó a haber casi 24.000 contagios en un día. Desde el inicio de la pandemia, han fallecido al menos 20.000 personas.
Actualmente, el 84% de los mayores de 12 años cuenta con la pauta completa de vacunación en Países Bajos, según Sanidad.
Sin embargo, hay 1,3 millones de personas sin vacunar, según cálculos del mismo instituto y la campaña para la tercera dosis ha empezado más tarde que en otros países europeos.