La jueza en lo Penal, Contravencional y de Faltas Karina Andrade condenó al dueño de un criadero clandestino de perros a ocho meses de prisión en suspenso por las condiciones en que tenía a los animales y porque las hembras eran forzadas a parir para vender a sus crías.
El condenado, además, deberá asistir al Programa Protenencia, dependiente del Ministerio de Salud porteño y realizar una capacitación del Observatorio del “Vínculo Humano-Animal” de Argentina en la Universidad Nacional Arturo Jauretche.
El fallo declara a los perros como “sujetos de derechos” y dispuso la tenencia definitiva de cada uno con los humanos que actualmente los acogen.
El caso fue investigado y elevado a juicio por la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental (UFEMA), a cargo del fiscal Carlos Rolero Santurián.
La causa se inició en 2022 por denuncia de un vecino, afectado por el criadero clandestino situado en cercanías de la calle Viamonte al 1600, informó el Ministerio Público porteño.
En el criadero clandestino fueron hallados 17 perros, tres de ellos cachorros, “en situación de extrema vulnerabilidad dado que estaban en condiciones higiénicas deplorables, rodeados de excrementos, sin luz ni ventilación natural, enjaulados, sin libre acceso a agua potable, mal alimentados y sin controles veterinarios”.
“Las hembras eran obligadas a parir sistemáticamente para vender a sus crías, lo que está calificado como acto de crueldad y maltrato animal”, añadió el informe oficial.
Los animales rescatados fueron acogidos por las ONGs Callejeros casa quiere, Red 4 patas y Ayudacan, “para luego ser entregados en adopción responsable”, sintetizó la información.