Una mujer inglesa de 30 años murió de covid-19 después de dar a luz a su hijo mediante una cesárea de emergencia, explica el periódico británico The Daily Mail. Como estaba embarazada, Natalie Forshaw decidió no vacunarse contra el coronavirus.
Forshaw comenzó a encontrarse mal cuando se encontraba en casa, antes de dar a luz a su hijo en el Hospital general de Manchester, Royal Infirmary, el día 3 de noviembre.
Después de alumbrar a su pequeño Caleb, fue trasladada a cuidados intensivos y se le indujo un coma después de dar positivo en coronavirus. No pudo ver al recién nacido hasta una semana más tarde.
“Como estaba embarazada, la llevamos al médico y sus niveles de oxígeno eran muy bajos. Tenía un dolor muy fuerte en el pecho”, explica su madre, Bernie Wilton, al diario británico. “Fue al hospital y dio a luz pero Natalie fue transferida a cuidados intensivos”.
A Natalie le indujeron un coma como parte de su tratamiento, antes de descubrir un coágulo en el corazón a mediados de noviembre. A finales de mes, el coágulo se rompió y se trasladó a sus pulmones, dejando a la madre en una situación crítica.
Su madre Wilton y el padre de su hijo, Jay Hurst, solo podían verla durante 10 o 15 minutos cada día en la unidad de cuidados intensivos.