En los últimos cinco años, la provincia de Neuquén experimentó un crecimiento exponencial en su producción de petróleo, impulsado por el desarrollo de Vaca Muerta. Entre 2020 y 2025, la extracción de crudo se triplicó, consolidando a la provincia como el epicentro de la producción hidrocarburífera del país.
De acuerdo con datos oficiales, en enero de 2020 Neuquén produjo 761.251 m3 de petróleo, mientras que en igual mes de este año se registró una producción 2.244.671 m2 (197% más). Este incremento se debe en gran parte a la expansión de la actividad en Vaca Muerta, la segunda reserva mundial de gas no convencional y la cuarta en petróleo no convencional.
El incremento no es casual y mucho menos eventual. Los números publicados por la Secretaría de Energía de la Nación demuestran que se trata de una tendencia consolidada, que se amplía año a año.
Este crecimiento exponencial le ha permitido a la provincia de Neuquén convertirse en la más importante del país en términos de volumen petrolero. De hecho, hace un años tenía una participación menor al 25% y hoy explica más del 60% de lo producido a nivel nacional.
También la producción de gas está creciendo de manera marcada en suelo neuquino. Si bien no se están alcanzando cifras récord, como sí ocurre con el petróleo, el crecimiento en los últimos años ha sido casi constante. Según la información proporcionada por la Secretaría de Energía, en enero de 2020 se produjeron en Neuquén 2.237 millones de m3 de gas. Un año más tarde la producción bajó a 1.924 millones de m3, pero al año siguiente el volumen de gas extraído comenzó a crecer y ya no paró. Así, se llegó en 2025 a una cifra de 2.865 millones de m3 de gas, lo que marca un incremento del 28% en los últimos cinco años.
Qué pasa en otras provincias petroleras
La situación de Neuquén es ideal. La producción de crudo y gas crece sin techo, mientras las empresas planifican invertir cientos de millones de dólares para seguir explorando y produciendo en Vaca Muerta.
Sin embargo, no se trata de un escenario generalizado para todo el país. Por el contrario, la mayoría de las provincias petroleras están yendo en la dirección contraria. Chubut, por ejemplo, atraviesa una crisis productiva de la cual no puede salir. En los últimos cinco años los niveles de extracción de crudo han crecido de forma permanente. Los datos oficiales indican que en 2020 esa provincia produjo 730.694 m3 de crudo. Cinco años más tarde y tras una serie de bajas sucesivas, el número decreció a 627.572 m3, lo que significa que se perdieron más de 100 mil m3 de crudo en el camino.
Es similar el caso de Santa Cruz. En 2020 esa provincia petrolera tenía una producción de 415.622 m3 y cinco años más tarde el valor bajó a 325.563 m2, lo que dejó como resultado una caída del 21,67% en el transcurso de los cinco años. Lejos de repuntar, en enero de 2025 Santa Cruz sufrió una baja interanual del 4,88%.
Tampoco Mendoza está en un buen momento. Si bien hay varias empresas encarando proyectos de petróleo no convencional, por el momento los niveles de producción siguen cayendo. Volviendo al ejemplo de los últimos cinco años, se puede mencionar que en enero de 2020 la provincia cuyana produjo 320.724 m3 de crudo, contra 265.587 m3 en enero de 2025. Además, la comparación con enero de 2024 da una baja de 2,90%.
Por últimos, se debe mencionar el caso particular de Río Negro, que tiene una participación baja sobre el total de crudo producido a nivel nacional, pero que logró una importante recuperación en el último año, pasando de 96.871 m3 de crudo producidos en enero de 2024 a 107.369 m3 extraídos en igual mes de este año, de donde se desprende que hubo una recuperación del 10,84%. Sin embargo, en la comparación de cinco años, el resultado sigue siendo negativo. De acuerdo a los datos de la Secretaría de Energía, en el primer mes de 2020 esa provincia produjo 134.972 m3 de crudo. Es decir que de una punta a otra se dio una baja del 28,23%.
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