Mirta Wons relató el maltrato que recibió por parte de un tripulante de cabina cuando regresaba de España. La reconocida actriz es una de las integrantes del elenco de la obra de José María Muscari, la versión argentina de Julio César de William Shakespeare. A principios de julio, viajó hasta el continente europeo para participar de la 68° edición del Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida.
En Algo que Contar, el ciclo de entrevistas de Agustina Kämpfer en IP Noticias, Wons dio detalles del desagradable episodio que vivió en su viaje de regreso al país. Asimismo, recordó un hecho violento similar, por parte de un productor argentino.
Ante la consulta de la periodista respecto del productor que le dijo que ella sólo le servía si estaba gorda, y la agredió “preguntándole” si como actriz ella cobra por kilo, Mirta Wons recordó el reciente mal momento que vivió: “Seré gordita y simpática, pero no soy estúpida, y eso se paga caro. Hay cierta cosa de que el gordito debe ser más idiota que los demás. Y el que es gordo, siente que le tiene que caer bien a todo el mundo, entonces hace un plus. Y yo tenía esto naturalizado de toda la vida, porque me trataron mal”, comenzó diciendo.
Y continuó: “La última vez fue en el viaje de vuelta del Festival de Mérida, por parte de la línea aérea. Yo tenía determinado asiento asignado, porque soy grande. La producción del teatro San Martín lo había dejado seleccionado. Necesito espacio para las piernas y los asientos son muy chicos. La aerolínea me cambio de asiento y me la hizo muy difícil, porque además protesté en el mostrador. Después, ¡hasta me chequearon contra explosivos! Me castigaron por eso, por haber reclamado el asiento que la producción ya había pagado. ¡Me mandaron a un asiento en el que no entraba ni un chico!”.
“El cinturón de seguridad no me abrochaba. Tuve que pedir una extensión. ¡Es una humillación pedir una alargue para el cinturón de seguridad! Y, por supuesto, no me lo trajeron. Me castigaron por pedir un asiento para mí, que tengo características especiales. Por suerte se está pudiendo hablar de esto, pero se sigue viendo. El maltrato y el bullying no necesariamente son decirte “¡gorda!”, agregó dejando en evidencia la situación de destrato que recibió.
Una vez finalizada la entrevista, Kämpfer hizo un comentario en su cuenta de Instagram donde reflejó las problemáticas que viven las personas obesas haciendo hincapié en el testimonio que relató Mirta Wons en su programa. “Ella tuvo que padecer que en su ámbito de trabajo le hicieran observaciones de su cuerpo que nunca pidió, y le pidieron que se mantuviera en determinados parámetros, como si la calidad de sus interpretaciones estuviese sujeta a las medidas de su cintura. Ella guarda para sí el nombre del productor que la agredió. Es entendible, no debe querer tener problemas, como nadie quiere tenerlos”, escribió Agustina.
“El rechazo a los cuerpos gordos se profundiza más contra las mujeres que contra los hombres (las estadísticas de bulimia y anorexia son estrepitosamente diferentes para cada género), pero es alarmante en cualquier caso. Y me pregunto por qué muchos aun intentan superponer la bandera de un supuesto estado de salud salud física por sobre la urgente salud mental. Esta forma de observarnos entre nosotros nos está rompiendo la cabeza”, concluyó la periodista.