La diva de la televisión Susana Giménez habló sobre su difícil cuadro de salud, tras contagiarse de coronavirus en Punta del Este.
Después de más de un año de estar afuera de la pantalla, Susana Giménez regresó a la televisión con una entrevista íntima y dio detalles del tratamiento al que fue sometida para curarse del coronavirus. La frase generó curiosidad entre los especialistas.
A principios de junio, Susana estaba instalada en su chacra de Punta del Este, Uruguay, transitando la cuarentena cuando contrajo coronavirus. En ese entonces y a pesar de contar con las dos dosis de la vacuna, debió ser internada en terapia intermedia en el Sanatorio Cantegril por complicaciones en su cuadro.
Ahora, en una entrevista que se realizó a través de una tecnología de realidad aumentada, Susana Giménez se sinceró sobre el difícil momento que vivió y aseguró que está viva gracias a “dos inyecciones muy caras”.
“Estoy muy bien ahora, por suerte, pero mi Covid fue muy malo, muy grave, nunca me imaginé que sería así. Mi hija lo tuvo al mismo tiempo que yo y no le pasó nada. Yo tuve una neumonía bilateral, fue horrible. Creo que jamás uno se imagina lo horrible que es y las secuelas que deja”, contó en diálogo con los conductores de Telefe Noticias, Cristina Pérez y Rodolfo Barili.
Además, señaló que al principio “todos” le decían “que estaba todo bien, pero después nada”. “Acá pasa algo”, confesó que pensó en ese entones. “En el Cantegril me dieron todo lo mejor que me podían dar y me salvaron en realidad dos inyecciones muy impresionantes, fuertes y caras que consiguieron en el sanatorio y me las pusieron”, detalló.
Luego de que los dichos de Susana generaran repercusión en las redes sociales, TN Show consultó a especialistas sobre estas inyecciones a las que hizo referencia la conductora.
Al respecto, las fuentes consultadas explicaron que en la actualidad existen “por lo menos 7 u 8 intentos de tratamiento en forma inyectable”, pero que es “imposible” saber cuál es el que le dieron a Susana si ella “no especificó el nombre”.
“El peor miedo fue morirme primero y después también tenía miedo de que me intubaran también, yo les dije si tiene que pasar eso, déjenme ir, pero me dijeron que no lo iban a hacer, que me quede tranquila”, contó la conductora.
Además, detalló que durante las noches internada dejó de rezar y se preguntaba por qué tenía que atravesar una situación así. “No es que estaba enojada, pero preguntaba ‘¿por qué me pasó a mí?’. Aprendí que hay cosas mucho más importantes en la vida y que la salud es lo primero en el mundo”, concluyó.