“Me dejó tirado como si no fuera nadie”: motociclista fue colisionado por una camioneta dos veces y se dio a la fuga

“Venía circulando por Avenida Matatín de la Fuente y al llegar a la rotonda de la UNLaR, esta persona que venía por avenida Carlos Menem me encerró y frenó de golpe. Mi hijo venía en otra moto atrás y le tocó bocina. Yo le pregunté por qué me había encerrado si yo tenía prioridad. Me insultó y yo también respondí. Fue ahí cuando me tiró la camioneta encima y me pegó de costado”, contó Diego.

A pesar del primer impacto, logró mantenerse en pie con su moto. Sin embargo, metros más adelante, el conductor volvió a embestirlo, esta vez arrojándolo a la banquina. “Ahí se dio a la fuga. Mi hijo y otros dos testigos lo siguieron hasta que lograron que lo detuviera la policía en calle Becar Varela, a la salida de una escuela”, explicó.

El hecho fue parcialmente registrado por cámaras de seguridad ubicadas en Avenida Matatín de la Fuente y Los Tilos, pero según Diego, las imágenes no le fueron entregadas ni permitidas ver: “Me dijeron que no me las podían dar. Yo solo quería tener pruebas, porque esta persona me dejó tirado. Lo mínimo que puede hacer es hacerse cargo y pedirme disculpas”, reclamó.

Ambos conductores fueron sometidos a control de alcoholemia, pero Diego solicitó además un test de drogas al otro conductor, lo cual —según le informaron— solo puede ser requerido por un juez. “Imposible que una persona normal haga esto. Si la policía no lo paraba, podía matar a alguien o romper más motos”, agregó.

Pese a la gravedad de lo ocurrido, denunció que al otro conductor no se le secuestró la camioneta, ni la licencia, ni fue demorado. Tampoco se le entregó la póliza del seguro, mientras que Diego, que sí cuenta con seguro vigente en su moto, debe ahora afrontar los gastos de reparación. “Uso la moto para trabajar. Lo que me pasó no es solo un daño material, fue una amenaza a mi vida”, manifestó.

Finalmente, Diego identificó al agresor como Román Diego Alberto, de 40 años, quien manejaba un vehículo particular. “Yo no quiero verlo ni hablarle. Solo pido que se haga responsable. Necesito que la sociedad me ayude a que esta persona entregue su seguro y asuma lo que hizo”.