Matthew Taylor Coleman, de 40 años, dijo que sabía que estaba haciendo mal, pero que “era el único curso de acción que salvaría al mundo”, razón por la cual asesinó a sus dos hijos en México antes de regresar a Estados Unidos.
Un estadounidense adepto al movimiento conspiranoico y de ultraderecha QAnon confesó hoy haber asesinado en México a sus dos hijos, de dos años y diez meses, porque tenían “ADN de serpiente” e “iban a convertirse en monstruos”.
Matthew Taylor Coleman, de 40 años, dijo que sabía que estaba haciendo mal, pero que “era el único curso de acción que salvaría al mundo”, razón por la cual asesinó a sus dos hijos en México antes de regresar a Estados Unidos, donde fue detenido, según un comunicado del fiscal general de California.
El 7 de agosto pasado se llevó a los niños a acampar, pero se negó a decirle a la madre de ellos dónde iba y no respondió las llamadas ni los mensajes de texto, según informó la agencia de noticias AFP.
Un día después, la policía lo localizó mediante la aplicación “Find My iPhone”, que indicaba que su última ubicación conocida era la ciudad mexicana de Rosarito, a 30 kilómetros de la frontera con Estados Unidos.
Cuando volvió a su país, Coleman fue detenido por el FBI y confesó haber disparado a sus dos hijos con un fusil de pesca y haber abandonado sus cuerpos en México, donde fueron encontrados por las autoridades de ese país.
Afirmó que “creía que sus hijos iban a convertirse en monstruos, por lo que tenía que matarlos”, y que “estaba “iluminado por las teorías conspirativas de QAnon y los Illuminati y recibía visiones y señales que revelaban que su esposa (…) poseía ADN de serpiente y se lo había transmitido a sus hijos”.
QAnon es un movimiento de ultraderecha que defiende teorías conspirativas que van desde que el presidente saliente de Estados Unidos, Donald Trump, salvará al mundo de una red de pedófilos satanistas hasta que las vacunas enferman y se usan para controlar a las masas.
Sus seguidores creen que hay un llamado estado profundo que controla Estados Unidos y el resto del mundo, y que es una entidad compuesta por una élite de criminales pedófilos dirigidos por políticos como el expresidente Barack Obama y el matrimonio del exmandatario Bill Clinton y la excandidata presidencial Hillary Clinton, e integrado por estrellas de Hollywood como Tom Hanks, Oprah Winfrey y Lady Gaga.
La estrafalaria teoría logró capturar a millones de personas no solo en Estados Unidos sino también en otros países del mundo, unificando bajo un mismo paraguas a un variado grupo de antivacunas, antisemitas y supremacista blancos, entre otros.