La sexta noche de Jesús María 2022 volvió a tener un importante marco de público, en la noche de la chaya riojana y con Sergio Galleguillo como protagonista indiscutible. Con 10100 entradas vendidas, se convirtió en la segunda noche más exitosa de la edición 56.
No fue el aluvión que se vió durante la noche del lunes, pero el ingreso del público al Festival de Doma y Folklore fue constante hasta la medianoche y a las 22 el porcentaje de ocupación de las gradas era alto, de un 70%. Pintaba para ser la segunda jornada con más público y el pronóstico se cumplió.
Con el termómetro por encima de los 28 grados, se pudo ver a muchos espectadores con vestimenta ligera, bermuda y musculosa, especialmente. Y con mucho meter mano a las heladeritas portátiles en busca de la necesaria hidratación. A la madrugada recién vendría una brisita, aunque insuficiente para el objetivo de refrescarse.
El número de apertura de la transmisión televisiva resultó una inteligente decisión. Es que Los Carabajal tienen oficio en el arte de hacerte vibrar, llevándote a cualquier patio santiagueño para disfrutar de la chacarera en su modo ancestral.
Desde el puente carretero inauguró la primera ovación y la primera reflexión de parte de Musha Carabajal.
“Venimos de privaciones, pero esta comisión de Jesús María puso el esfuerzo para darnos la posibilidad a los cantores de encontrarnos con ustedes. Debemos seguir cuidándonos para poder seguir celebrando estos encuentros”, dijo con la voz entrecortada.
El embrujo de mi tierra, Morena esperanza (de Illapu), La engañera, Dejame que me vaya, Entre a mi pago sin golpear, y Entra a mi hogar formaron parte de un repertorio muy cantado tanto arriba como abajo del escenario. Para otro momento de felicidad total.
La jineteada y el entrevero de tropillas le metió otro condimento a una noche ideal. Siempre lo que pasa en el campo de la doma genera magnetismo y es difícil sustraerse al encanto que ofrecen los caballos en las distintas actividades que se les programan.
EL CARNAVAL BLANCO
Para cuando subió Sergio Galleguillo, la organización informaba que habían ingresado más de diez mil personas y los números parecían haberse enderezado cuando todavía le quedan a esta fiesta muchas noches fuertes.
Galleguillo también se ha apropiado de los martes, que alguna vez fueron del Chaqueño Palavecino, con su propuesta que convierte de blanco todo al anfiteatro. La de harina y felicidad que se vivió en el campo de la doma es difícil de describir
Público de todas las edades pintada con un tono blanquecino que les asemeja a los zombis y que explota en el momento en que pareciera que ya no cabe ni un centímetro más de harina.
Y en el mientras tanto una buena combinación de canciones nuevas con clásicos del repertorio del riojano: Que linda que es La Rioja, Niña Chay, El camión de Germán, Pensando en ti, y Carnaval de La Rioja.
Y todavía le faltaba a Jesús María otro cierre a puro tunga tunga y precedido por la DJ An Fontan.