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Los fundamentos del fallo que condenó a Leonardo Cositorto: “Salieron a depredar ciudadanos”

La Justicia de Corrientes dio a conocer los argumentos de la sentencia a 12 años de prisión para el creador de Generación Zoe. “No fue más que un fiasco”, dijeron los jueces

Tras condenar a 12 años de prisión a Leonardo Cositorto por liderar la megaestafa piramidal de Generación Zoe, que dejó a decenas de damnificados, el Tribunal de Juicio de la ciudad de Goya, provincia de Corrientes, dio a conocer los argumentos del fallo, en el que además sentenció a 8 años de cárcel a Maximiliano Javier BatistaLucas Damián Camelino y Miguel Ángel Echegaray, por ser coautores de la estafa.

Según la Justicia, el esquema Ponzi de Cositorto y sus cómplices prometía ganancias irreales mediante un supuesto modelo de inversión basado en coaching ontológico y operaciones de trading que nunca existieron realmente.

Los fundamentos, sustentados en 464 páginas, revelan la magnitud de la operación y el daño económico y social causado a los inversores. El fallo también deja al descubierto las tácticas de manipulación psicológica y emocional utilizadas para captar fondos y sostener el esquema fraudulento, que colapsó en febrero de 2022 tras la intervención judicial.

“Sabían con precisión que la actividad que iban a realizar en Goya eran múltiples planes delictivos, consistentes en engañar fundamentalmente a aquellos indemnizados por Massalin, pero al mismo tiempo, como de hecho sucedió, a todos los familiares y personas cercanas a ellos o cualquiera que tuviera interés económico en sacar ambiciosos réditos financieros que Zoe engañosamente les prometía”, aseguraron los jueces Ricardo Carbajal, Jorge Carbone y Julio Duarte.

Un “fiasco” para “cazar” víctimas

En ese sentido, indicaron entre sus argumentos que Generación Zoe “no fue más que un fiasco, una congregación de personas que decidieron salir a depredar a ciudadanos goyanos que habían cobrado su indemnización laboral por haber cesado laboralmente en la empresa Massalin Particulares, entre otros varios más”.

Generación Zoe fue presentada como una oportunidad de inversión y desarrollo personal. Leonardo Cositorto, autodenominado coach ontológico, promovía un sistema donde las ganancias económicas y el éxito personal se alcanzaban mediante una “nueva mentalidad” y la confianza en el sistema de inversión.

Sin embargo, detrás de esta “fachada motivacional”, el tribunal determinó que el modelo de la empresa no era más que un esquema Ponzi: las ganancias prometidas a los inversores iniciales se cubrían con el dinero aportado por nuevos miembros, sin respaldo en operaciones reales.

Salieron a cazar. También conocían y sabían que pagar ese 7,5% mensual en dólares por las inversiones, lo que significa un 90% anual de intereses en dólares y con unos llamados “robots”, escandalosos en términos de supuesto rendimiento, todo ello era conocido como que ilegalmente iba a ser la modalidad para apoderarse del patrimonio ajeno, porque resultaba imposible, económica y financieramente, poder cumplir aquellas cuando la estructura se resquebraje. Y sabían que, sí o sí, se rompe porque las inversiones no estaban pensadas y lo que había era no probadamente, aquí, trascendente”, agregaron.

Asimismo, el Tribunal recordó que el esquema operaba mediante una red empresarial ficticia que incluía empresas como ZOE Empowerment S.A., ZOE Construcciones S.A., Universidad del Trading S.A., ZOE Burgers, ZOE Pets y ZOE Fitness Gym.

La red de empresas, las plataformas digitales y la presencia mediática de Cositorto generaban una apariencia de estabilidad y confianza, usada para concretar el engaño.

Estas compañías funcionaban como una fachada para captar fondos, pero no generaban ingresos genuinos. La plataforma virtual “Back Office” era utilizada para reflejar ganancias ficticias y reforzar la ilusión de estabilidad financiera.

El tribunal concluyó que Generación Zoe implementó una estrategia sistemática y agresiva para captar fondos mediante un proceso que calificó como una “cacería emocional y psicológica”.

El Tribunal de GoyaEl Tribunal de Goya

Asimismo, la estructura se expandió rápidamente mediante operadores locales como Lucas Camelino en Corrientes, quien organizaba eventos y reuniones para captar nuevos inversores.

El impacto de las actividades de Generación Zoe se sintió profundamente en Goya, donde muchas personas perdieron sus ahorros tras confiar en las promesas de altos rendimientos.

Según el fallo, los acusados aprovecharon la falta de conocimiento financiero de las víctimas para convencerlas de invertir en un esquema que, desde el principio, estaba destinado al fracaso.

El documento también subrayó que los acusados no sólo engañaron a los inversores con promesas de altos rendimientos, sino que también utilizaron estrategias para atraer a familiares y amigos de las víctimas iniciales, ampliando así el alcance de la estafa. Este enfoque permitió que el esquema piramidal se expandiera rápidamente antes de colapsar.

El colapso de un esquema insostenible

El modelo de la empresa de Cositorto -dicen los jueces- estaba diseñado para fracasar desde el inicio. El tribunal determinó que el sistema dependía exclusivamente de la captación de nuevos fondos para sostener las ganancias prometidas. Una vez que el flujo de nuevos inversores comenzó a desacelerarse, el esquema empezó a desmoronarse.

El colapso definitivo ocurrió en febrero de 2022, cuando la fiscal de Córdoba, Juliana Companys, ordenó el bloqueo de las cuentas bancarias de Generación ZOE, así como la inhibición de bienes de Cositorto y Batista y la captura internacional de los principales acusados.

Sin la entrada de nuevos fondos y con las cuentas bloqueadas, Generación Zoe dejó de pagar a los inversores, lo que provocó una avalancha de denuncias y el colapso definitivo del sistema.

En esa misma dirección, la Justicia cuestionó uno de los argumentos de la defensa con los que justificaron la estafa.

“En la estafa Zoe se manejaba un enorme volumen de dinero en efectivo, diariamente, que el mismo Cositorto cuenta que mandaba policías a buscar y se lo llevaban a él; razón por la cual en esta misma lógica por él construida, resulta artificioso y engañero pretender decir que un bloqueo de cuentas bancarias tenga implicancia en el cierre de Zoe y que pretenda disfrazarse la caída de esta estafa piramidal con un mero incumplimiento de contratos por no poder asumir sus compromisos contractuales por la intervención de una fiscal cordobesa. Todo es una red y un entramado de mentiras”, indicaron.

Leonardo Cositorto durante el juicioLeonardo Cositorto durante el juicio

El juicio reveló la magnitud del fraude y la estructura interna de Generación Zoe. El tribunal determinó la responsabilidad penal de los acusados en base a 98 víctimas directas identificadas en Corrientes, con una pérdida económica documentada que rondaría los 163.000 dólares y 17.150.000 pesos.

“Vende al público que tiene una mega-estructura de inversiones modernas, digitales y diversificadas (dólares USDT, por ejemplo, Bitcoins, criptomonedas en general); y sin embargo, en su falsa lógica, todo se desmorona por lo mismo que “caería” un simple vecino”, cuestionaron.

Los términos usados por los jueces son lapidarios. Según dicen, el objetivo de Cositorto y sus cómplices “era succionar, abrevar de los patrimonios de los engañados ciudadanos goyanos quienes habían caído en la trampa y se habían desprendido de sus dolorosas indemnizaciones logradas de la patronal Massalin Particulares”.

La defensa intentó argumentar que Zoe operaba bajo un marco de legalidad y que las víctimas conocían los riesgos.

Sin embargo, el tribunal rechazó estas afirmaciones, sosteniendo que las promesas de ganancias eran imposibles de cumplir en un mercado legítimo, no existía respaldo financiero real detrás de las operaciones y el engaño fue idóneo para inducir a error a las víctimas.

“Solo por un instante vamos a creerle a Cositorto que detentaba la propiedad de criptomonedas; así podría haber dispuesto (justamente porque es un sistema no convencional no atado al sistema bancario, que es de lo que aducían escapar por las limitaciones que presentaba), y sin embargo no lo hizo. Y no lo realizó por alguno de estos dos motivos; o porque en realidad no existen, o porque si existiendo se los quiso quedar para él y no darles a sus inversores engañados.

Una de las sede deUna de las sede de la empresa (El Vendedor de Ilusiones. Cr. Courtesy of Netflix / ©2024)

El tribunal basó su decisión en los artículos 40 y 41 del Código Penal y concluyó que las penas eran proporcionales a la magnitud del daño económico causado, el beneficio obtenido por los acusados y la afectación a la confianza pública y el sistema financiero.

Los jueces se preguntaron si es tan fácil ganar dinero, como decían los imputados “¿por qué no usan su propio dinero para multiplicarlo, o el de sus familiares o amigos… ¿por qué venir a Goya a buscar “inversores” de magros 500 dólares? Respuesta obvia”.

“Si tan sencilla es la ecuación y tan fácil ganar dinero, ¿para que buscan Cositorto y compañía dinero de terceros? Pudiendo ganar sencillamente ellos el suyo e invertir como sólo ellos saben hacerlo y es tan fácil, y, así, hacerse multimillonarios con su propio dinero, ¿para qué buscar inversionistas?. Respuesta sencilla. Su propuesta es falsa. Es una cáscara vacía. Sin aval real que los respalde. Es una apariencia de solvencia”, indicaron.

Cositorto consideró, en diálogo con Infobae, que la pena que recibió “no es sustentable” ni está “bien fundamentada” por los magistrados Ricardo CarbajalJorge Carbone Julio Duarte. “Vamos a apelar y denunciar a los jueces por prevaricato”, adelantó el líder de la organización

El líder de Generación Zoe ahora deberá concentrarse en el resto de las causas que hay en su contra. Ya tiene fecha el próximo juicio por estafas en Salta, y también está al caer la elevación del expediente que se tramita en Córdoba. En Rosario, Santa Fe, y en la Justicia Federal porteña, permanecen abiertas otras dos investigaciones desde 2022.

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