El Xeneize venció a Inter de Porto Alegre en la definición desde los 12 pasos y trajo recuerdos de la agónica clasificación ante Nacional en 2016.
Boca debió sufrir para dejar en el camino a Inter de Porto Alegre, pero se metió en los cuartos de final de la Copa Libertadores, dónde lo espera a Racing, tras imponerse en la tanda de penales por 5 a 4. Una noche que trajo recuerdos de la agónica serie ante Nacional hace cuatro años.
Boca debió sufrir para dejar en el camino a Inter de Porto Alegre, pero se metió en los cuartos de final de la Copa Libertadores, dónde lo espera a Racing, tras imponerse en la tanda de penales por 5 a 4. Una noche que trajo recuerdos de la agónica serie ante Nacional hace cuatro años.
Aquella noche del 19 de mayo de 2016, en el mismo arco que fallaron Lindoso y Peglow, Agustín Orión se hizo gigante bajo los tres palos y atajó tres penales consecutivos que le dieron el pase al Xeneize a las semifinales.
Ante los uruguayos también Boca arrancó con adversidades luego de que Pablo Pérez y Juan Insaurralde fallaran la tercera y la cuarta ejecución, pero el arquero Xeneize despejó el cuarto de Gonzalo Porras y el quinto de Santiago Romero, mientras que Frank Fabra metió el último antes de la muerte súbita.
La serie se definió en el sexto penal por lado. El primero en ejecutar fue Felipe Carballo, que se encontró con las manos de un Orión que se quedó parado en el medio del arco. El de la clasificación de Boca lo ejecutó Federico Carrizo, que dejó sin chances a Conde y desató la locura del hincha.
