Las campanas de la basílica de San Pedro del Vaticano tocaron a muerto en el mediodía de este lunes por el fallecimiento del papa Francisco, esta mañana a los 88 años de edad.
El papa Francisco murió este lunes a las 7.35 horas (5.35 GMT) en su residencia de la Casa Santa Marta, anunció en un vídeo mensaje el camarlengo, el cardenal Kevin Joseph Farrel, tras más de dos meses de problemas respiratorios que le mantuvieron hospitalizado durante 38 días en la capital italiana.
“Con filial reconocimiento, recordamos su amor por la Virgen Santa, a cuya intercesión hemos confiado cada paso de su ministerio petrino. Imploramos para él la luz eterna y la paz prometida a los justos”, se lee en un comunicado de la basílica.
El anuncio de la muerte del pontífice fue repicado desde los campanarios de todo el país.
También lo hicieron las campanas de la basílica romana de Santa María La Mayor, donde Francisco ha pedido que sea sepultado, en vez de en la cripta de San Pedro.

Esta basílica, situada en el centro de Roma y que custodia un icono mariano del que era muy devoto, la ‘Salus Populi Romani’, ha anunciado con trece minutos de campanadas que “Su Santidad Francisco ha regresado a la Casa del Padre”.
El deceso se produjo apenas un día después de que el pontífice hiciera una aparición pública desde el balcón de la basílica de San Pedro, durante la celebración de Pascua, en lo que se convirtió en su último mensaje al mundo.
El papa había salido recientemente de una prolongada hospitalización tras padecer una neumonía grave que lo mantuvo ingresado durante 38 días, hasta su alta médica el pasado 23 de marzo. Según fuentes vaticanas, había estado en estado delicado y había enfrentado dos episodios críticos de salud durante el año.
Qué significan las campanadas
El toque a muerto, también conocido como “campanadas de luto”, se produce en señal de respeto y duelo por la persona fallecida. En el caso del Vaticano, las campanas suelen sonar cuando se confirma la muerte del Papa. Este acto tiene la intención de anunciar públicamente el fallecimiento y expresar la tristeza de la comunidad católica ante la pérdida de una figura central de la Iglesia.

Además de su significado de luto, las campanas también marcan el comienzo del proceso de luto oficial y la organización de los ritos funerarios, que incluyen la preparación de los fieles para la misa de funeral y las ceremonias relacionadas con la sucesión del nuevo Papa. Las campanas del Vaticano han tenido históricamente un profundo simbolismo, ya que no solo indican eventos importantes en la Iglesia, sino que también son una forma de comunicarse con los fieles, transmitiendo momentos de gran relevancia religiosa y política.