El ex presidente de Brasil, Lula da Silva, propuso el sábado pasado, en un acto del Partido Socialismo y Libertad, crear de una moneda única para toda América Latina, de nombre “Sur” que serviría para promover la relación económica entre los países de la región y reemplazar al dólar.
El ex mandatario confirmó que será candidato en las elecciones presidenciales de su país en octubre y defendió la idea de “crear una moneda para América Latina, porque no tenemos que depender del dólar”.
“Vamos a restablecer nuestra relación con América Latina”, agregó.
El proyecto original había sido propuesto por Fernando Haddad, economista, ex alcalde de San Pablo y ex candidato presidencial del PT en 2018, junto a Gabriel Galípolo, ex presidente del Banco Fator y colaborador del gobierno de Lula (2003-2011).
La moneda “sería emitida por un Banco Central Sudamericano, con una capitalización inicial hecha por los países miembros, proporcional a sus respectivas participaciones en el comercio regional”.
Esta capitalización se realizaría “con las reservas internacionales de los países” o con “un impuesto sobre las exportaciones de los países fuera de la región” y propusieron que sea digital, aunque al estar respaldada por un banco central y no por la tecnología blockchain no se trataría de una criptomoneda.
La intención de Haddad y Galípolo es que la divisa se use fundamentalmente para “flujos comerciales y financieros entre los países de la región”.
A su vez, el proyecto indica que los tipos de cambio entre Sur y las diferentes monedas nacionales serían “flotantes”, por lo que cada país podrá decidir si adopta Sur también a nivel nacional o mantiene su propia moneda.
Sin embargo, no es la primera vez que un mandatario brasileño propone una moneda común de integración regional: en agosto del 2021, el ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, propuso crear una moneda única del Mercosur, que se convierta en una de “las cinco o seis monedas más relevantes del mundo” y en 2019, el propio presidente brasileño, Jair Bolsonaro, habló de la posibilidad de una moneda única para el bloque económico regional en una reunión con empresarios, luego de encontrarse con el entonces mandatario argentino Mauricio Macri.
