La inflación de febrero en los Estados Unidos fue de 0,2% contra un 0,3% esperado, mostrando una desaceleración respecto al 0,5% que había arrojado enero.
En la medición interanual, la variación de los precios fue de 2,8%.
El dato fue comunicado por la Oficina de Estadística Laborales del Departamento de Trabajo de los Estados Unidos.
La evolución de la inflación era uno de los indicadores que esperaban los analistas para medir el impacto de las últimas medidas tomadas por Donald Trump.
Por otro lado, el resultado es una buenas noticias para los países emergentes porque aleja la posibilidad de cambios en la política de la Reserva Federal acerca de la tasa de interés.
Esto hace que los inversores sostengan sus inversiones en países emergentes, asumiendo mayores riesgos en busca de mejores retornos.
A poco de asumir, Trump desató una guerra comercial, aumentando los aranceles sobre los productos procedentes de China al 20% e imponiendo un nuevo arancel del 25% a las importaciones de Canadá y México, antes de reducirlos y otorgar una exención de un mes para cualquier producto que cumpla con las normas de origen del Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá.
Todo este nuevo escenario generó incertidumbre por la evolución de los precios ante la incertidumbre que generó en los consumidores.
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