La medida reforzará la influencia de Moscú como proveedor clave de grano, mejorará la seguridad alimentaria del bloque y golpeará a los exportadores occidentales, desde EEUU hasta Australia.
Pese a las restricciones occidentales al sector agrario ruso, Moscú sigue siendo un actor importante en la agricultura, con casi una cuarta parte del mercado mundial del grano. En 2023, el país exportó productos agrícolas por un valor de al menos 43.500 millones de dólares, y en 2024 prevé vender hasta 65 millones de toneladas de cereales, según consigna la agencia internacional, Sputnik.
El presidente ruso, Vladímir Putin, respaldó esta iniciativa para competir con el sistema de precios de los cereales dominado por Occidente y desafiar al dólar estadounidense como principal moneda de intercambio mundial, subraya el medio.
Una bolsa de cereales de los BRICS, continúa, uniría a los mayores compradores y exportadores de grano del mundo. El 2023, los países miembros del bloque (Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica) representaron cerca del 42% de la producción mundial y el 40% del consumo de cereales, según el Ministerio de Agricultura ruso.
En 2024, tras incluir a Arabia Saudita, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Etiopía e Irán, la asociación aumentaría la producción de cereales a 1.240 millones de toneladas y el consumo a 1.230 millones.
Como consecuencia, el intercambio de grano entre los países BRICS podría reforzar “la influencia geoeconómica y diplomática de Moscú sobre sus aliados”, así como impulsar su confianza económica, explica el periódico.
Es más: dado que los países del grupo son ricos en recursos naturales, los intercambios de cereales entre ellos podrían allanar el camino a un mayor comercio interregional e incluso a la aparición de una “bolsa de materias primas de los BRICS” más amplia, pronostica el South China Morning Post.
Competencia en la diplomacia agrícola
En cuanto a los exportadores de cereales y fertilizantes occidentales, el intercambio de granos de los BRICS podría dar lugar a una “mayor competencia en la diplomacia agrícola” y a intentos de encontrar mercados alternativos para sus productos.
Los exportadores, representados por Estados Unidos, Canadá y Australia, podrían enfrentarse “tanto a dificultades para mantener su cuota de mercado y negociar condiciones comerciales favorables como a la competencia del grano ruso más económico”, detalla el medio.
Récord de expotación
Por ejemplo, se prevé que Rusia exporte el 56% de la cosecha de trigo de 2023-2024, un récord de la era postsoviética, frente a solo el 39% de Estados Unidos, que se encuentra por debajo de la media del 50%.
Mientras tanto, se prevé que las exportaciones de trigo australiano caigan un 45% hasta los 17,5 millones de toneladas en 2024. Para hacer frente a los problemas y cambiar la dinámica comercial, los grandes exportadores occidentales podrían tener que replantearse sus políticas agrícolas, reconoce el South China Morning Post.
De esa forma, la idea rusa de creación de una bolsa entre los BRICS tiene importantes implicaciones para la dinámica agrícola mundial, que van desde realineamientos geopolíticos y geoeconómicos hasta una mayor competencia comercial agrícola.(InfoGRI)Ac