El hallazgo se produjo el jueves 29 de mayo por la tarde, cuando un vecino alertó a la policía sobre la presencia de una camioneta Nissan mal estacionada a la vera de la Autopista Presidente Perón, cerca de la intersección con la Avenida Patricios, en una zona descampada de Pontevedra. Al llegar al lugar, los efectivos encontraron el cuerpo de Ávila Rodríguez en el interior del vehículo, con signos evidentes de haber recibido dos disparos de arma de fuego: uno en el tórax y otro debajo de la axila izquierda. En la escena se secuestró un proyectil calibre .38, que podría estar vinculado al arma homicida.
La víctima, residente en Pontevedra, también alquilaba un departamento en la Ciudad de Buenos Aires para facilitar su labor profesional en distintos centros de salud porteños. Según informaron sus familiares, fue visto por última vez el martes por la noche, cuando salió de su domicilio con destino a la capital, aunque nunca llegó a su destino ni se presentó a trabajar. La desaparición fue notada al día siguiente, cuando no acudió a sus compromisos laborales.
El caso presenta varios elementos desconcertantes. Si bien el cuerpo fue hallado con la mayoría de sus pertenencias, faltaban la llave del vehículo y su teléfono celular, lo que podría indicar un intento de desviar la investigación o una puesta en escena. Hasta el momento, no se han identificado testigos ni se han registrado movimientos sospechosos en las inmediaciones. La Fiscalía de turno ha iniciado las diligencias correspondientes, aunque aún no se ha confirmado si se radicó una denuncia formal por desaparición en los días previos al hallazgo.
El crimen de Ávila Rodríguez ha generado conmoción en la comunidad médica y entre sus allegados, quienes lo describen como un profesional dedicado y sin antecedentes de conflictos personales. Las autoridades continúan trabajando para esclarecer los motivos del asesinato y dar con los responsables de este hecho que, por el momento, permanece envuelto en el misterio.