“Ahora estoy mejor, tratando de salir de esta situación”, relató Emilce. Según contó, mientras festejaba en su casa junto a una amiga, su expareja ingresó sin permiso y comenzó a atacarla. “Me rompió un vaso, dañó la heladera y mi amiga salió corriendo con él hacia afuera. Cuando volvió, yo agarré un machete y lo golpeé de costado para defenderme”, explicó.
Luego, en un intento de huir, Emilce buscó la llave de su moto, pero por los nervios no recordaba que la tenía en el bolsillo. “Cuando me subí a la moto, él me pegó y me tiró al suelo. Quedé inconsciente. Mi hija grabó todo en video. Mi amiga me auxilió y llamó a la policía”, detalló.
Las heridas que sufrió fueron graves: “Me pegó con algo, no con la mano. Me quebró la nariz en tres partes, tengo un derrame en el ojo y tres puntos en la frente”. A pesar de que le recomendaron quedar internada en el hospital, Emilse pidió el alta voluntaria por sus hijos.
El agresor, un hombre de 27 años que no es padre de sus hijos, se dio a la fuga y, según la víctima, su familia se niega a entregarlo. “Tuve que ir a la comisaría a hacer la denuncia, pero hasta hoy sigue libre. Me dijeron que tenemos que esperar la orden de allanamiento de la jueza”, lamentó.
Además, denunció que sufre hostigamiento constante por parte de la familia del agresor. “Nadie se acercó a ayudarme, solo mi familia y amigos”, expresó.
El caso genera preocupación y expone una vez más la urgencia de respuestas rápidas por parte de la Justicia en situaciones de violencia de género.
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