El festival boxístico se desarrollaba con total normalidad en la sede del Andino Sport Club, cuando un hecho externo alteró la tranquilidad reinante y provocó el caos.
Una persona que se encontraba en el exterior del predio llegó corriendo hasta puerta del club y arrojó hacia adentro, una garrafa de gas prendida fuego.
El hecho provocó el temor de los espectadores presentes, quienes al ver las llamas comenzaron a correr hacia el fondo del predio, provocando una avalancha, en la cual una decena de personas sufrieron algunas lesiones leves y tuvieron que ser asistidas por el personal médico.
Si bien el hecho no pasó a mayores, el festival tuvo que ser suspendido en el medio de su desarrollo, ya que al momento de los hechos se estaba realizando una exhibición (entre Agustín Contreras y Diego Nieto) y aún restaban dos combates más para completar el programa.
Al mismo tiempo, el delincuente, que según se supo vive a metros de la institución, fue atrapado por algunos espectadores y terminó siendo detenido por la policía.
El hecho generó un llamado de atención para la seguridad que cumplió funciones en el evento (la organización queda exenta de responsabilidades), ya que en el caso de haber realizado la tarea de prevención correspondiente (bastaba que un policía quede en la puerta del predio para evitar lo sucedido) se hubiera evitado el mal momento vivido.