Ángel Jorge Pititto, conocido artísticamente como Ángel Mahler, nació el 23 de mayo de 1960 en Buenos Aires. Desde temprana edad mostró una profunda vocación por la música, lo que lo llevó a convertirse en un destacado compositor y director de orquesta. Su carrera dio un giro significativo en 1983 cuando, trabajando en una tienda de pianos, fue convocado por Pepe Cibrián Campoy para realizar los arreglos de la primera versión de “Calígula”. Este encuentro marcó el inicio de una fructífera colaboración que se extendió por más de tres décadas.
La dupla Cibrián-Mahler se consolidó como una de las más prolíficas del teatro musical argentino, creando obras que se convirtieron en clásicos de la cartelera porteña. Entre sus producciones más destacadas se encuentran “El Jorobado de París”, “Las mil y una noches”, “Dorian Gray, el retrato”, “Otelo” y “Excalibur”. Sin embargo, fue “Drácula, el musical” la obra que catapultó a ambos al reconocimiento masivo.
“Drácula, el musical”: un fenómeno cultural
Estrenada el 26 de agosto de 1991 en el estadio Luna Park, “Drácula, el musical” representó una revolución en el teatro argentino. Con una inversión inicial de un millón de pesos, recuperada en apenas diez días, la obra se convirtió en un fenómeno de taquilla, atrayendo a más de tres millones de espectadores a lo largo de sus múltiples temporadas y giras nacionales e internacionales. La producción contó con un elenco de 52 artistas en escena y una orquesta de 30 músicos, destacándose por su grandiosidad y calidad artística.
La obra recibió numerosos premios, incluyendo el ACE, Estrella de Mar y Prensario, consolidándose como un ícono del teatro musical en Argentina. Su éxito trascendió las fronteras, presentándose en países como España, Brasil, Chile y Uruguay.
Además de su labor como compositor y director, Mahler se desempeñó como ministro de Cultura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires entre julio de 2016 y diciembre de 2017. Durante su gestión, promovió diversas iniciativas culturales y artísticas, dejando una huella significativa en la política cultural de la ciudad.
A lo largo de su carrera, Mahler también compuso música para películas, telenovelas y obras sinfónicas, demostrando una versatilidad y talento excepcionales. Su compromiso con la excelencia artística y su pasión por la música lo convirtieron en una figura respetada y admirada en el ámbito cultural argentino.