La Plaza 9 de Julio fue el centro de la alegría este viernes en horas del mediodía, cuando estudiantes de toda la Ciudad, que cursan el último año del secundario se congregaron para celebrar la clásica Barreada de los Quintos, un ritual que marca el cierre de su vida escolar, junto con los que ingresan al último tramo del Secundario.
Entre espuma, pintura, agua, harina, música y cánticos, los futuros egresados vivieron una verdadera fiesta juvenil llena de color, energía y emoción. Risas, abrazos y un clima espectacular que refleja la unión y el espíritu estudiantil.
La Barreada fue celebrada por estudiantes de distintas escuelas de la Capital riojana, y algunos de otros puntos de la Provincia.
Familiares, amigos y vecinos también se sumaron para acompañar este momento único que cada año reúne a jóvenes de diferentes colegios y localidades riojanas, tal como ocasionales transeúntes.
La celebración siguió con juegos, música y actividades que mantenían viva la fiesta mientras los quintos disfrutaron uno de los días más inolvidables de su carrera en el nivel Secundario, dando paso a muchos a su etapa universitaria.
La fiesta se desarrolló entre controles municipales y policiales. La fuerza de seguridad, despejó el macrocentro capitalino alrededor de las 15.30 horas.
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