El narcotráfico en La Rioja volvió a la primera plana periodística, cuando en Chepes efectivos de la Gendarmería detuvieron a una mujer que viajaba con un niño en colectivo con dos kilos de cocaína y, apenas este viernes, se detuvo a un hombre con medio kilo de marihuana en Capital.
El juez federal Daniel Herrera Piedrabuena recibió a NUEVA RIOJA, para comentar cómo se combate al narco y brindar datos precisos sobre los resultados.
“El Juzgado Federal, desde hace tiempo, incluso en tiempo de pandemia, no ha bajado los brazos junto con las fuerzas federales y de la Provincia, porque al tener desplegado su personal en todo el territorio puede tener una información mucho más certera y sobre todo en el desplazamiento, cuando vienen a nuestra provincia o cuando se trata de bandas instaladas acá”, comenzó el magistrado federal.
En este sentido, destacó la coordinación entre la fuerza operativa especial, junto con la Policía Federal y Gendarmería Nacional. “Eso a nosotros nos da un cuadro de factibilidad en el operativo muy alto y debo decir que la población muchas veces contribuye a que los procedimientos sean exitosos y eso está bien. Está bien porque eso nos demuestra que nuestras familias, nuestra sociedad está preocupada por eso”, dijo.
En cuanto a este apoyo social, lo describió como una ventaja en cuanto “ayudan a las fuerzas que muchas veces se ven sobrepasadas, porque debemos reconocer que el recurso humano con el que cuentan es muy escaso para el desplazamiento o las células que conforman los pequeños vendedores que hacen el narcomenudeo”.
Cómo funciona el narco
El juez Herrera Piedrabuena afirmó que “el ingreso a nuestra provincia se hace vía terrestre”, por eso la importancia de los controles en las rutas, aunque no se pueden mantener las 24 por la escasez de personal y hay otras vías de circulación de la droga por caminos que conectan con provincias vecinas.
“El ingreso se va a dar, la habilidad de la pesquisa nuestra está en poder ya, si no se los detectó en la ruta, localizar cómo va a operar la banda en la provincia”, relató el magistrado. “Eso nos ha llevado a desarticular varias y hay varias causas importantes que se están tramitando, con la actividad muy eficiente del Ministerio Público, en la persona de la fiscal Virginia Carmona, que realmente en coordinación con el juzgado trabajamos y nos desplazamos por toda la provincia. Eso hace que muchos de los resultados sean altamente positivos y nos permite no tan sólo sacar la droga de circulación, sino también detener a los imputados por este delito”, agregó.
El trabajo de las fuerzas provinciales y federales llevó a un importante número de detenidos. “Hoy tenemos más de cien personas detenidas, tanto en la Alcaidía como en el Servicio Penitenciario, por el tema de comercialización, transporte, tenencia con fines de comercialización, lo cual nos da un panorama de la actividad que tiene este tipo de delito y que nosotros, la Justicia y la Policía, vamos actuando debidamente”, aseguró el juez.
Sin embargo, esta tarea no se detiene nunca. A modo de ejemplo, Herrera Piedrabuena lo comparó con una canilla, que se arregla pero sigue goteando; “porque es continuo, no pasaron 24 horas y ya hay noticias de que está circulando tal estupefaciente o se inició otra investigación”, sostuvo.
El juez federal reconoció que “La Rioja no escapa a lo que está pasando en el país, pero podemos decir que acá, si tenemos 110 personas detenidas es porque le hemos achicado los márgenes a estas bandas narco”.
Cómo operan
Ante la consulta de este matutino, el juez indicó que cuando se habla de “bandas”, son grupos locales pequeños, “con cierta participación de gente que tiene relación de dependencia, que creen que han encontrado una forma de vivir, lamentablemente eso no es la mejor manera de encauzar una vida”.
Sobre las personas que caen en estos procedimientos, el juez advirtió que “les acarrea un problema a su vida y a su familia, porque están sujetos a un proceso penal y vamos a ir a juicio”, que se tramita en el Tribunal Oral y, si cabe el procesamiento, se elevan a juicio.
Asimismo, se le preguntó al magistrado federal si efectivamente La Rioja sigue siendo una provincia de paso para la droga con otros destinos. “En el caso de Chepes, es lo que diríamos la llamada mula en la jerga narco, porque ya tiene antecedentes y transportaba dos kilos (de cocaína), pero no venía a La Rioja, iba a Mendoza”, explicó.
Otra modalidad muy común en este tipo de delito es el envío por encomienda, para lo cual se implementa la revisión con perros entrenados por parte de los efectivos especializados. “Pero a veces esas barreras no son suficientes”, admitió el juez, por lo cual pidió la colaboración de los órganos administrativos, como el correo y los privados.
Hay más cocaína
De acuerdo a las crónicas de los decomisos más recientes, surge que se empieza a notar que la cocaína comienza a tomar mayor relevancia y se trasladó esta consulta al magistrado.
Al respecto, Herrera Piedrabuena respondió: “sí, sí, hay una situación que es grave en ese sentido, porque se aumenta la distribución y la penetración que se hace en el territorio nuestro es por distintos lugares, tenemos un territorio extenso, también nos encontramos con este problema”.
Seguidamente, el juez comentó que una de las herramientas más utilizadas para combatir el crimen narco son las escuchas telefónicas. “Las fuerzas federales cuentan con equipos de alta tecnología para eso, es un elemento preponderante para la investigación”, puntualizó, aunque aclaró que no se trata de un nivel de sofisticación como se ve en las películas: “estamos muy lejos de todo eso, hay equipos pero no son tantos, se facilitan de una unidad a otra dentro de las propias fuerzas”.
Más allá de este elemento, en la investigación no sólo es necesario el dato, sino la prueba misma que se debe presentar en un juicio. “Yo me manejo en base a pruebas, no en base a un dicho”, afirmó, “para poder llegar a responsabilizar a la persona que está cometiendo un delito, eso es una garantía del debido proceso y del estado de derecho”.
Los números
Durante la entrevista, el juez Herrera Piedrabuena estuvo acompañado por el secretario penal José Luis Combina, quien brindó datos concretos de la tarea contra el narcotráfico en La Rioja.
En cuanto al dato referido de detenidos por causas de esta índole, son 109 en la actualidad. (N. de la R.: al momento de la entrevista eran 108, a lo que se agregó un detenido este viernes)
Respecto de la droga secuestrada, durante este año se incautaron 15,18 kilogramos de marihuana, mientras que la cocaína llega a los 7,45 kilos en el mismo período. También se secuestraron 175 kilos de hojas de coca, 21 pastillas de éxtasis y 132 dosis de LSD.
“La droga secuestrada es incinerada, se hacen dos quemas al año”, aportó el juez. Al respecto, advirtió que hay un problema que es la falta de un horno pirolítico, por lo cual se utilizan otros sistemas. Aclaró además que, previamente, se toman las muestras que sirven de prueba para el juicio.
Los funcionarios detallaron además que las causas elevadas a juicio en total son 269, de diferentes años; sólo el año pasado se elevaron 27 causas a juicio, mientras que en 2021 se elevaron 14 causas. En lo que va del año, ya se elevaron también otras ocho causas a juicio.
Dar otra oportunidad
Al finalizar la entrevista, el juez Herrera Piedrabuena se preguntó “cómo salir de este tema”. “Es muy difícil, porque esto está en todos lados, lo que sí vemos que si las personas, los jóvenes sobre todo, tienen la posibilidad de hacer una vida deportiva, tener otras actividades sería muy bueno porque las ayudaría, ni decir si tienen su trabajo y una mirada tanto de su presente como de su futuro”.
Abogó además para que “no encuentren en esto (las adicciones) una solución que es muy cortita, muy comprometedora de su vida, porque ahí se termina, pueden estar un tiempo pero un día van a caer. Nosotros vemos las personas que vienen acá, sus familiares destruidos. Y muchas veces el juzgado no tiene la contención, quizás es una falla de las leyes también, porque si cayeron en la droga es por diversos factores”, dijo. “Tenemos que ser solidarios y rescatar a esas personas, lo que se pueda, sobre todo a los jóvenes, ese es un gran desafío de toda la sociedad que todavía no los acepta. Una persona con antecedentes de estupefacientes es difícil que consiga trabajo y es porque no estamos preparados para recibirlo.”
Escribe: Mariano Armagnague / Redacción Nueva Rioja