A pesar de los esfuerzos de las autoridades brasileñas y de la operación Lava Jato, los “doleiros”, que son cambistas ilegales de dinero en Brasil, continúan operando y han evolucionado para adaptarse a las nuevas tecnologías y métodos financieros. Estos operadores financieros ilegales mueven millones de dólares, euros, libras esterlinas, francos suizos y otras monedas fuertes cada año, facilitando transacciones ilícitas desde y hacia Brasil. Aunque se hicieron esfuerzos por desmantelar redes de corrupción relacionadas con los “doleiros”, su poder sigue siendo influyente y se ha vuelto global.
Uno de los casos recientes que ha salido a la luz es el de Márcio Moufarrege, conocido como “Macaco”. Se le investiga por su participación en un fraude financiero relacionado con la compra sobrefacturada de chalecos antibalas para la Policía Civil de Río de Janeiro en 2018. Se sospecha que Moufarrege estuvo involucrado en transferencias clandestinas de dinero entre Estados Unidos y Brasil, que se utilizaron como sobornos para facilitar este contrato. Además, su implicación en actividades de tráfico de drogas y como intermediario entre narcotraficantes y militares ha arrojado luz sobre la complejidad de sus operaciones.
Los “doleiros” desempeñan un papel crucial en grandes transacciones de dinero relacionadas con la corrupción y el narcotráfico en Brasil. Facilitan la evasión de controles financieros y permiten que el dinero fluya sin restricciones, lo que se utiliza para sobornos, compras costosas en el extranjero y otras actividades ilegales. La capacidad de estos cambistas ilegales para mover dinero sin ser detectados representa un desafío significativo para las autoridades brasileñas y sus esfuerzos por combatir la corrupción y el crimen organizado.
Además, en los últimos tiempos, se ha observado un cambio en el modus operandi de los “doleiros”, ya que ahora están involucrados en transacciones con criptomonedas para llevar a cabo operaciones de blanqueo de dinero. Estos nuevos “doleiros” operan principalmente fuera de Brasil y utilizan criptomonedas como el Tether (USDT), que está vinculado al dólar estadounidense y permite evadir los controles del Banco Central. Esta adaptación a las criptomonedas plantea desafíos adicionales para las autoridades en la lucha contra el lavado de dinero y la financiación de actividades ilícitas.
En resumen, los “doleiros” continúan siendo una fuerza poderosa en el mundo de las finanzas ilícitas en Brasil, involucrándose en actividades que van desde la corrupción hasta el narcotráfico. Su capacidad para adaptarse a las nuevas tecnologías, incluyendo las criptomonedas, subraya la necesidad de una respuesta efectiva por parte de las autoridades brasileñas para combatir esta amenaza persistente a la integridad financiera y la seguridad del país.



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