El Vaticano pidió que la existencia de conflictos globales y la situación de los refugiados no sea “la nueva normalidad” y llamó a garantizar las “condiciones necesarias” para que los inmigrantes puedan vivir en paz en sus países de origen.
“Los conflictos y las situaciones prolongadas de refugiados no pueden convertirse en la nueva normalidad”, dijo la subsecretaria para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Francesca Di Giovanni, al participar en Ginebra de una reunión de Naciones Unidas sobre Refugiados.
“Los refugiados y desplazados son seres humanos y por tanto sujetos de derechos y deberes, no objetos de asistencia”
“Los refugiados y desplazados son seres humanos y por tanto sujetos de derechos y deberes, no objetos de asistencia”, profundizó la mujer con más alto cargo en la estructura vaticana, jefa de la delegación de la Santa Sede para la reunión internacional que se desarrolla en la ciudad suiza hasta el 14 de octubre.
“La esperanza es un retorno al diálogo de buena fe y un compromiso más previsor que centrarse solo en brindar asistencia ignorando los síntomas de las diversas crisis que la familia humana debe enfrentar en este momento”, sostuvo la funcionaria vaticana encargada de la relación con los organismos multilaterales.
“El esfuerzo es garantizar las condiciones necesarias para que las personas puedan vivir en paz, seguridad y dignidad en sus países de origen, pero también pasar de estrategias de poder político, económico y militar a una estrategia de paz global”, animó.
Di Giovanni rechazó la idea de “un mundo dividido entre poderes en conflicto” y abogó por “un mundo unido entre pueblos y civilizaciones que se respeten”, informó el Vaticano en un comunicado.