Lo decretó la Congregación para la Doctrina de la Fe y fue aprobado por el papa Francisco.
La oficina de ortodoxia del Vaticano, la Congregación para la Doctrina de la Fe, emitió una respuesta formal el lunes a una pregunta sobre si el clero católico puede bendecir las uniones homosexuales.
La respuesta, contenida en una explicación de dos páginas publicada en siete idiomas y aprobada por el Papa Francisco, fue “negativa”.
El decreto distingue entre la bienvenida y la bendición de la iglesia a las personas homosexuales, que defiende, pero no sus uniones.
El Vaticano sostiene que los homosexuales deben ser tratados con dignidad y respeto, pero que el sexo homosexual está “intrínsecamente desordenado”. La enseñanza católica sostiene que el matrimonio entre un hombre y una mujer es parte del plan de Dios y está destinado a crear una nueva vida.
Dado que las uniones homosexuales no están destinadas a ser parte de ese plan, no pueden ser bendecidas por la iglesia, decía el documento. “La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos deben ser valorados y apreciados, no puede justificar estas relaciones y convertirlas en objetos legítimos de una bendición eclesial“, dijo la respuesta.