Desde la NASA explicaron que las auroras ocurren cuando partículas de alta energía entran a la atmósfera de un planeta cerca de sus polos magnéticos y chocan con gases en la atmósfera, lo que crea vibrantes espectáculos de luz. Aunque las auroras de la Tierra, conocidas normalmente como auroras boreales y australes, son creadas por las tormentas solares, las auroras de Júpiter tienen una fuente de energía adicional: su luna Ío, volcánicamente activa.
Las capacidades únicas del Webb han proporcionado nuevos conocimientos sobre las auroras en Júpiter. La sensibilidad del telescopio permite a los astrónomos capturar detalles de las auroras de variación rápida, indicó la NASA.