Podrán conservar el beneficio los hogares cuyos ingresos no superen los $3.641.397 (tres canastas básicas). No podrán tener más de una propiedad, ni aeronaves, embarcaciones o bienes considerados de lujo. Los actuales beneficiarios no deberán reinscribirse: el sistema los migrará automáticamente.
El titular del EUCOP, Remo Bolognesi, explicó que el cambio implica una modificación profunda del modelo vigente. Los subsidios seguirán otorgándose a través del RASE, pero bajo un esquema más restrictivo.
La novedad clave: el Estado solo subsidiará el 50% del consumo hasta un tope.
– Electricidad: 300 kWh en verano e invierno; 150 kWh en otoño y primavera.
– Gas: subsidio del 50% entre abril y septiembre.
Todo consumo por encima de esos límites se pagará a tarifa plena, lo que incrementará sensiblemente las facturas.
Bolognesi advirtió que una familia tipo con consumo moderado —entre 400 y 600 kWh— ya excede ampliamente esos topes. Señaló además que los sectores de menores ingresos suelen consumir más debido al uso de electrodomésticos antiguos, con mayor gasto energético.
En provincias sin acceso pleno al gas natural, como La Rioja, el impacto será mayor porque muchos hogares se calefaccionan con electricidad. A esto se sumará el aumento del consumo estival por las altas temperaturas.
Según Bolognesi, el problema principal no será quién accede al subsidio, sino lo reducido del consumo subsidiado, que obligará a los usuarios a extremar el ahorro energético. “Solo una fracción muy pequeña del consumo habitual quedará bonificada”, remarcó. También alertó por los efectos en el comercio y la industria, que ya pagan tarifa plena desde la quita de subsidios aplicada en 2024. Ese mismo esquema —sin valores diferenciados por categoría comercial, industrial o de fomento— ahora alcanzará a los usuarios residenciales cuando superen los topes.
El funcionario señaló que el incremento tarifario viene siendo constante por quita de subsidios y por aumentos directos del costo de la energía, generando una brecha cada vez mayor respecto a los salarios.
Advertencias
Bolognesi calificó la reestructuración de los subsidios como una medida “necesaria desde el punto de vista fiscal”, pero advirtió que su implementación tendrá un impacto directo en los hogares de menores recursos. Según su visión, el nuevo esquema “puede ordenar los subsidios y evitar distorsiones”, pero en simultáneo implicará “una fuerte restricción al consumo subsidiado” que obligará a las familias a “ajustar hábitos, reducir el uso de electricidad o gas, y acostumbrarse a boletas más caras”.
El titular del EUCoP señaló además que es probable que muchos usuarios, incluso si conservan el subsidio, terminen “pagando casi lo mismo que con tarifa plena” si sus consumos superan los topes subsidiados. Para él —aseguró— el ahorro fiscal no debería confundirse con alivio para los hogares: “El subsidio se mantiene en el papel, pero el consumo real podría quedar fuera de los límites”, lo que repercute en el presupuesto familiar.
Bolognesi recomendó que los usuarios empiecen desde ya a “optimizar el uso de energía, actualizar electrodomésticos, moderar el consumo eléctrico, y prever con anticipación el gasto en meses de mayor demanda”. En su opinión, esa combinación de recorte presupuestario estatal y austeridad pública exige que cada hogar adopte medidas de eficiencia. (Fuente: La Red La Rioja)



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