Un día de 2018 escribió su currículum a mano, lo ayudaron y le dieron un trabajo como quería. Al tiempo, su vida se desmoronó y cayó de nuevo en las drogas. Carlos Duarte siente culpa por haber desperdiciado una oportunidad y se refugia en su hija recién nacida para volver a empezar. Su testimonio conmueve otra vez.
La historia de Carlitos es una montaña rusa de logros y derrotas, de sonrisas y oscuras sensaciones. Pudo conmover a alguien con su noble pedido de trabajo y emocionar a todos cuando consiguió el empleo. Los cordobeses festejaron viendo la televisión.
Pero su adicción lo llevó al abismo otra vez, como cuando era adolescente y lo arrinconó en las calles más sombrías de su barrio, creyendo que todo era una travesura. “Me fallé a mí mismo porque no me imaginé caer tan así de nuevo”, dijo en un mano a mano con El Doce.
En 2020 renunció al trabajo y la vida ya no le ofreció nada. Eso creía. Anduvo perdido, sin días y sin noches. Él sabía que les falló a los que confiaron y se ocultó en la vergüenza que sentía.
El curriculum que le abrió una puerta:
El 18 de diciembre del año pasado nació su hija Pía y Carlitos volvió a ver el sol. “Llegó en el mejor momento, justo cuando era mi peor momento”, reflexionó. Tal vez sea ella su gran fortaleza. Ojalá.
Por eso volvió a contactarse con ElDoce.tv para dar la cara y contar su drama. Sin vueltas, con vergüenza, pero dispuesto a seguir peleando contra su sombra buscando nuevas oportunidades.
El testimonio de Carlitos Duarte:
IMPORTANTE:
Si estás en situaciones de consumo de drogas y necesitás ayuda, comunicate con la línea 141 todos los días durante las 24 horas.
Fuente: El Doce
