Gómez aclaró desde el inicio de la entrevista que no representa a ninguna de las partes involucradas, y que su intervención es una mirada jurídica y social sobre un caso que, según él, “pone de manifiesto una realidad profunda y dolorosa que atraviesan muchos jóvenes”.
“Esto es una triste noticia. Estamos frente a un caso que revela una cadena de fallas estructurales. Hay flagelos como la droga, la descomposición familiar, la falta de políticas a largo plazo. No se trata solo de mirar al juez, también hay responsabilidades en el Estado, los ministerios, el desarrollo social, la familia, las iglesias”, expresó.
El abogado remarcó que si bien el hecho está cometido, es clave analizar con profundidad el entorno y las condiciones sociales que rodearon la situación. “No me siento cómodo con que se vuelque todo el peso sobre una sola persona cuando hay tantos factores en juego. La calificación es gravísima: estamos hablando de perpetua. Pero para que exista esa figura legal se debe probar que hubo conocimiento e intención de parte de la madre”.
En cuanto a su visión sobre el encuadre legal, el letrado consideró: “Para mí, esto encajaría como un homicidio culposo. Y sé que decir esto puede incomodar a muchos, pero yo no busco aplausos ni aprobación. Siempre fui políticamente correcto y no voy a cambiar. El juez no está para caerle bien a la gente, está para aplicar la ley”.
Finalmente, Gómez dejó un mensaje reflexivo: “La muerte de un niño duele a toda la sociedad. No hay una única causa para el delito. Por eso, además de castigar, también hay que prevenir. El Estado tiene la obligación de acompañar desde el inicio, especialmente a las mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad”.
El caso continúa en investigación y genera un amplio debate en la comunidad jurídica y en la opinión pública.