En la noche del jueves, la fachada del Congreso de la Nación se proyectó imágenes de los mejores momentos del ídolo futbolístico. Se ilumino con los colores de la bandera argentina y se reprodujeron los instantes más recordados y emotivos de su carrera.
La despedida de -quizás- el ídolo deportivo más popular de la historia empezó bien pero se empañó por el desborde que se generó cuando muchos de la multitud se dieron cuenta de que no iban a poder darle el último adiós y un operativo de seguridad ineficaz quedó al descubierto.
La gente empezó a llegar a la Plaza de Mayo muchas horas antes del horario programado para la apertura de las puertas en Casa Rosada.
La jornada empezó a las 6.00 con un incesante peregrinar de personas que habían pasado la noche en vilo, además de una mezcla de dolor, bronca, lágrimas y también de alegría