Un percance que se quedó sólo en un susto gracias a la rápida intervención de su entrenadora, la española Andrea Fuentes, que no dudó en lanzarse a la piscina para rescatar a su pupila. Los momentos fueron realmente estremecedores.
Tras abandonar la piscina en camilla la nadadora se recuperó y se encuentra fuera de peligro, según consignó la Agencia de Noticias EFE, aunque como informó el equipo estadounidense será sometida a distintas pruebas en los próximos días para desvelar las causas del desvanecimiento.