Las actividades comenzaron desde las primeras horas con el tradicional Vía Crucis, seguido de la Celebración Penitencial y la misa central presidida por Braida. En su homilía, el obispo destacó que “Jesús entregó su vida por amor” y convocó a los presentes a asumir una actitud de entrega y solidaridad con quienes más sufren. También pidió a las autoridades leyes coherentes y justicia para los sectores olvidados, como jubilados, niños sin contención y personas sin acceso a medicamentos.
Miles de fieles participaron en silencio, oración y recogimiento, conmovidos por el mensaje espiritual y social. La organización del evento estuvo a cargo del Municipio de Arauco, con operativos de tránsito, salud y seguridad. La devoción se hizo visible en cada vela encendida, en las lágrimas frente al Rostro de Cristo y en el esfuerzo de quienes peregrinaron durante horas, impulsados por su fe.