Un joven de 24 años fue atacado a golpes a la salida de un boliche en el barrio porteño de Palermo. La agresión ocurrió luego de que interviniera para defender a su amigo, quien lloraba por la muerte reciente de su abuela.
El ataque, que sucedió durante la madrugada del 16 de agosto pasado, dejó a la víctima con la mandíbula fracturada y la necesidad de una cirugía maxilofacial.
El hecho tuvo lugar cerca de las 5:15, cuando el joven, vecino de Grand Bourg -partido de Malvinas Argentinas-, y su amigo salieron de una discoteca ubicada en la avenida Coronel Marcelino E. Freyre.
Ambos habían pedido un auto a través de una aplicación de viajes y esperaban el vehículo en la esquina de avenida Del Libertador e Isabela Infanta, en la zona de El Rosedal. Según el relato del propio denunciante, al que accedió Infobae, en ese momento dos jóvenes pasaron por la vereda y se burlaron de su amigo por su llanto.
La víctima intentó frenar la burla y les explicó a los agresores sobre la razón detrás del estado de conmoción de su amigo. Sin embargo, los dos jóvenes volvieron sobre sus pasos y comenzaron a discutir entre ellos para decidir quién de los dos lo agrediría.
Uno de ellos, de cabello rubio largo y ojos azules, de acuerdo a la descripción, le dijo a su acompañante: “Déjamelo a mí que yo siempre quise pegarle a uno de estos”, en referencia a la orientación sexual del denunciante, según consta en su declaración.
Inmediatamente después, lo derribó de una patada en la pierna y, una vez en el piso, lo pateó en la mandíbula. La víctima recuerda haber quedado desorientada y ensangrentada, hasta que un policía se acercó unos minutos más tarde.
Junto a su amigo, buscó atención médica primero en el Hospital de Odontología Dr. José Dueñas, donde le informaron que la especialidad requería derivación, y continuó su atención en el Hospital Piñero, donde se confirmó la fractura de mandíbula.
Posteriormente, la madre del joven lo trasladó al Hospital de Trauma y Emergencias Federico Abete, en Pablo Nogués, para seguir el tratamiento.
Según la historia clínica fechada el 18 de agosto, la víctima presentaba fractura mandibular doble: sinfisiaria y de ángulo izquierdo. El informe médico consigna: “Se realizó cirugía de reducción y fijación con material de osteosíntesis. Evolución normal”.
La Fiscalía en lo Penal, Contravencional y de Faltas N°13 Especializada en Discriminación tomó intervención en el caso, en el que el abogado Fernando Madeo Facente patrocina a la víctima. Como una de las primeras medidas, la Unidad de Investigaciones Complejas del Ministerio Público Fiscal porteño relevó movimientos en redes sociales, repasó base de datos públicos y confirmó que los acusados mantenían contacto entre sí.
Quien, según la descripción aportada por la víctima, le pateó la mandíbula, es F.R., de 21 años. Es vecino del barrio porteño de Chacarita y maneja un emprendimiento de venta de ropa, con una buena cantidad de seguidores en las redes.
Se sabe que F.R. cuenta con un antecedente contravencional: el 17 de septiembre de 2024 fue denunciado por daños a la propiedad. El sumario detalla que se encontraba pintando con aerosol el portón de una vivienda en Palermo, hecho por el cual fue identificado y notificado.
El segundo sospechoso, identificado como O.R.B., tiene 18 años, vive en Palermo y en las últimas semanas cerró su perfil de Instagram. Se lo ha visto en publicaciones posando con prendas del emprendimiento de F.R.
Ambos están ahora imputados por el delito de lesiones graves calificadas por haberse cometido por odio a la orientación sexual.
La víctima, al contar lo sucedido ante la Policía, dijo que nunca los había visto en su vida.
Durante el primer semestre de 2025 se registró un crecimiento inédito en los crímenes de odio contra personas LGBT+ en Argentina, según señaló el Informe Semestral 2025 del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio LGBT+. El relevamiento, elaborado junto con la Defensoría LGBT y otras entidades estatales, da cuenta de 102 víctimas de ataques por orientación sexual, identidad o expresión de género, cifra que representa un alza del 70 % en comparación con el mismo período del año previo.
El informe identifica que las mujeres trans fueron quienes sufrieron la mayoría de los ataques, alcanzando el 70,6 % de los casos. Los varones gay cis figuraron en el 16,7 % de los hechos, mientras que las lesbianas aparecieron en el 6,9 %. Además, entre las víctimas se contaron varones trans y una persona no binarie.
Los datos muestran que 17 personas murieron como resultado de estos ataques y otras 85 tuvieron daños en su integridad física. Entre las muertes, el 23,5 % correspondió a asesinatos, mientras el resto se asoció a violencia estructural y suicidios. El uso de la fuerza física se impuso como modalidad predilecta de agresión, con el 57,8 % de los hechos vinculados a golpes directos, aunque también hubo episodios con armas, abuso sexual y lesiones autoinfligidas.
El 64,7 % de los crímenes tuvo como responsable directo al Estado, principalmente fuerzas de seguridad en ejercicio de sus funciones, lo que puso el foco sobre la violencia institucional. De los ataques atribuidos a particulares, el 41,6 % fue ejecutado por personas desconocidas para la víctima, mientras que casi una cuarta parte correspondió a lesiones autoinfligidas en contextos de sufrimiento.